miércoles, 28 de agosto de 2013

Las crónicas del miedo 2 (V/H/S/2)


Año: 2013.
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 96 minutos.
Dirección: Simon Barrett, Adam Wingard, Eduardo Sánchez, Gregg Hale, Gareth Huw Evans, Timo Tjahjanto, Jason Eisener.
Intérpretes: Lawrence Michael Levine, Kelsy Abbott, Adam Wingard, Hannah Hughes, Jay Saunders.


"En busca de un estudiante perdido, dos investigadores privados se cuelan en una casa abandonada, que contiene una colección de misteriosos cassettes VHS. Al observar el horripilante material que contiene cada casete, los investigadores se dan cuenta que podría haber terribles motivos detrás de la desaparición de dicha estudiante."

 Luego de ver V/H/S, tuve muchos sentimientos encontrados.
 Tenía muchas buenas cosas, que se veían opacadas por otras. Era muy larga, no todos los cortos tenían un efecto demoledor, y los que sí los tenían se veían aplastados por la idiotez de los otros. Detrás del interesante concepto de los creadores había mucho recorte y pulimiento por delante, y es hoy que, un año después de la primera colección de cassettes en VHS tenemos la secuela, titulada sobriamente V/H/S/2, que pueda descansar tranquila porque es un gran augurio para la posiblemente longeva saga que se nos presenta entre manos.

La gran noticia es, por supuesto, que V/H/S/2 mejora en casi todos los aspectos en los que la anterior fallaba. Las historias son más interesantes y se nota un genuino interés por encontrar una vuelta de tuerca al porqué de la filmación en cada uno de los episodios de la antología. Aunque la excusa siga siendo vaga y redundante, es de buen ver que cada director o grupo de directores haya podido darle un sentido propio a su segmento y de ahí lograr llevar su pequeña historia adelante. Lo segundo mejor es que los creadores del fenómeno se dieron cuenta de lo que no había funcionado anteriormente, escucharon a los detractores, y para la segunda vuelta solidificaron los pilares de la antología, creando un sentido de consistencia mucho más sólido, con resultados a la vista.

 Con una menor duración - de 112 minutos en la primera a 96 en esta segunda -, el recorte de cinco partes más un arco unificador a cuatro partes mas consistentes entre si, y un ritmo acelerado mucho mejor trabajado, V/H/S/2 logra lo que su predecesora a duras penas pudo: entretener. Durante la hora y media de duración, las diferentes desventuras de los protagonistas son un festín adrenalínico de sangre, vísceras y locuras varias, siendo la más floja el hilo conductor con dos investigadores privados buscando a un adolescente extraviado, y la mejor, un grupo de periodistas infiltrados en las entrañas de un culto en donde nada, repito NADA, es lo que parece.

Desmenuzando un poco más las diferentes propuestas, el primer corto lidia con fantasmas y apariciones. Sustos imprevistos y la idea de un ojo biónico - muy a la asiática como en The Eye - ponen al espectador en ritmo para lo que se viene. El segundo viene de la mano de los queridos zombies y la idea de presenciar un apocalipsis zombie desde otro punto de vista. Eduardo Sanchez y Gregg Hale, los responsables detrás del fenómeno The Blair Witch Project, tienen una divertida idea que podría haber sido llevada un poco más lejos, pero se queda en un lugar seguro y arremete desde allí. El golpe de estado lo pegan Timo Tjahjanto y Gareth Huw Evans con su macabro cuento sobre una entrevista al líder de un culto espiritual en la que el ambiente comienza a enrarecerse con cada minuto que pasa y cuando todo sale mal, la locura se presta como un camino de ida. Evans se tomó un pequeño descanso entre su gloriosa The Raid: Redemption y su secuela, y nos regala este corto que puede considerarse lo mejor del año en materia de horror. La antología se cierra con un cuento de aliens y pequeños, combinación infalible que se cuece Jason Eisener y tiene un aire a crónica marciana de los años '90 que logra asustar y divertir a partes iguales.

V/H/S/2 reivindica a las antologías de terror, y no recae en el pesado estigma de las found footage, que no la están pasando bien en los últimos meses. Muchos no le darán una oportunidad ya que se vieron decepcionados en el pasado, pero el equipo detrás de la secuela supo escuchar y aprender, y creó una pequeña joyita muy disfrutable en cines.

 Calificación: B+

jueves, 22 de agosto de 2013

Cazadores de Sombras: Ciudad de huesos (The Mortal Instruments: City of Bones)

Año: 2013.
Género: Acción - Aventura - Drama.
País: Estados Unidos - Alemania.
Duración:130 minutos.
Dirección: Harald Zwart.
Intérpretes: Lily Collins, Jamie Campbell Bower, Kevin Zegers, Jemima West, Robert Sheehan, Lena Headey, Jared Harris, Aidan Turner, Godfrey Gao, Jonathan Rhys Meyers, CCH Pounder.

 "Cuando su madre desaparece, Clary Fray descubre que desciende de una línea de guerreros que protegen nuestro mundo de los demonios que conviven en nuestro plano. Sabiendo esto, aúna fuerza con cazadores como ella y se sumerge en una Nueva York alternativa para rescatar a su progenitora."
El género fantástico derivado de la literatura juvenil es como la hidra, la mitológica criatura que aparece en tantos cantos griegos. Se le corta una cabeza, y surgen dos, y así sucesivamente. Con la muerte cinemática de Twilight, mes a mes, año a año, vemos como renacen más y más subproductos que apuntan a agarrar la dudosa corona de laureles que dejó la saga vampírica. City of Bones es el último intento de la estirpe, y posiblemente logre su cometido, pero al costo de ser algo nada especial y aburrido.
Hay una extensa lista de problemas con la película en sí. Alejémonos del material original, que como toda saga de aventuras juvenil que se precie, ya acumula seis libros y algunas precuelas más. Durante los pesados 130 minutos que dura la propuesta se tiene que conocer a la protagonista y a su interés romántico y secundarios acordes. Esto sucede de la peor manera, y ya no se sabe si es culpa de la escritora Cassandra Clare o de la paupérrima guionista Jessica Postigo Paquette - en su más que cuestionable primera salida al mundo de Hollywood -, pero ningún personaje se destaca más allá de la opacidad de los clichés que conforman. El misterioso salvador, el mejor amigo enamorado perdidamente de ella, el villano más malo que el Diablo, etc.

La joven Lily Collins hace lo que puede con el escaso material que tiene a su disposición y logra un atisbo a una heroína liberada, especial, la Elegida digamos, pero todo se va diluyendo con el correr de los minutos. Incluso actores del calibre de Jared Harris o Lena Headey son insertados en el film para agregar un poco de star quality, pero no sirve de mucho. Y si muchos esperaban ver a un nuevo galán corporizado en la piel de Jamie Campbell Bower, sigan esperando, pues el muchacho fue a la misma escuela que Robert Pattinson y su carisma brilla por su ausencia. No es coincidencia el pequeño papel en la saga Twilight del señor, sino una futura ironía de la vida.
En el mundo de la fantasía, todo está inventado, y la verdadera estrategia a seguir es contarnos una vez más la misma historia pero con un manejo diferente, como para que no parezca que estamos presenciando un hurto a otras películas de mejor calidad, o mejor entretenimiento si vamos al caso. City of Bones no solo no logra eso, sino que su acumulación de criaturas mágicas - brujas, magos, hombres lobo, vampiros - genera un exceso demasiado obvio, un pastiche del que no se recupera nunca. Imagino que los seguidores de la historia en papel y tinta serán lo que tengan la última palabra al respecto, pero el consumidor pasajero poco y nada tiene a lo cual asirse, porque las vibras fundamentales que tanto se le criticaron a Twilight siguen latentes y parece que su influencia nunca se terminará. No puedo decir que la mitología presente en la trama no sea interesante. Tiene su puntito de inquietud, una pizca de mitología, e incluso se anima a jugar en un film del estilo, con algo de incesto. Leyeron bien, incesto. Pero todo esta construcción se aplasta con un antagonista de cartón, con motivos oscurecidos por su propia estupidez, y una acumulación de vueltas de tuerca y sorpresas que se sienten y se ven inverosímiles y traicioneras.

Es una pena que el director Harald Zwart se haya librado de las pesadas acusaciones de su reimaginación The Karate Kid y haya caído directamente en las fauces de lo netamente comercial, sin posibilidad alguna de mostrarse como un realizador particular. No es una gran producción, ni nada del otro mundo, se asemeja bastante a algo de gran calibre que podría hacer el canal SyFy, e incluso así es tediosa y poco trabajada.
Se nota que los productores le tienen mucha fe al lo que tienen entre manos. Sin ser un proyecto millonario como se acostumbra en estos casos, City of Bones todavía no llega a estrenarse y el próximo mes de Septiembre comienza la producción de la secuela, City of Ashes. Si funciona como ellos quieren, hay Clary Fray para rato. Queda en ustedes decir si es una bendición o una maldición.

 Calificación: C

martes, 6 de agosto de 2013

El Conjuro (The Conjuring)

Año: 2013.
Género: Thriller/Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 112 minutos.
Dirección: James Wan.
Intérpretes: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Lili Taylor, Ron Livingston, Shanley Caswell, Hayley McFarland, Joey King, Mackenzie Foy, Kyla Deaver, Shannon Cook, John Brotherton,

"Ed y Lorraine Warren, dos investigadores paranormales, son convocados para ayudar a la familia Perron, aterrorizada por una presencia tenebrosa en una apartada granja en Rhode Island. Forzados a enfrentarse a una entidad con poderes demoníacos, los Warren se verán atrapados en la realidad más aterradora de sus vidas."

Para bien o para mal, James Wan le cambió la cara al género del horror. Desde su thriller policial gore Saw hasta las vetas más artísticas y fantasmagóricas de Dead Silence e Insidious, el joven talento malayo viene innovando sistemáticamente, y ahora su gran oportunidad de brillar en las grandes ligas le llega con la próxima Fast and Furious 7. 2013 es el año en el que Wan se retira del género que hace años viene revolucionando, y se va con un estallido, pues The Conjuring - y con la próxima Insidious: Chapter 2 se presenta como una de las películas más terroríficas del año, y como una experiencia imposible de olvidar rápidamente...

En las propias palabras del director, nadie se queja cuando Argo porta el refrán Basada en hechos reales, pero cuando una película de horror lo hace, nadie la toma en serio. Wan quiso alejarse de ese concepto tan diluído de lo verídico como pura venta de marketing, y conformar un film que llevase con honor la carga de basarse en un episodio histórico realista. Creo que lo ha logrado, y con creces. Tomando como influencia principal la vida y obra de los exploradores paranormales Ed y Lorraine Warren, The Conjuring se aleja del caso más famoso de la pareja - lo que se conoce mundialmente como The Amityville Horror - para enfocarse en un caso de menor repercusión, pero que aún así llama violentamente la atención.

 Lo que se logra en el film es algo que no muchas películas de horror tienen en estos últimos tiempos, y eso es desarrollo de personajes. Normalmente, los protagonistas son meros arquetipos y no podrían preocuparnos menos sus destinos dentro de la trama, pero en The Conjuring eso cambia. A lo largo de las dos horas de duración se puede apreciar los diferentes tonos y pinceladas que se le otorgan a los principales protagonistas, en este caso, Patrick Wilson y Vera Farmiga por el lado de la pareja Warren, y a la talentosa Lili Taylor por el lado de los Perron, la familia abrumada por una entidad maligna.

Con la ayuda de la verdadera Lorraine Warren - quien también supo formar parte de la campaña publicitaria- Vera y Patrick pudieron componer con corrección y solidez dos papeles regios. Wilson no es ningún extraño a la filmografía del director, y Vera se está haciendo un nombre en el cine de fantasía y horror - no por nada está nominada a los Emmys 2013 pro su trabajo en Bates Motel-. Juntos elevan el nivel de la propuesta a cotas impensadas; no es usual que dos nombres grandes como el de ellos se metan de lleno en un proyecto del estilo. Saben que está tratado con sobriedad y maestría, y hacen su trabajo mucho más creíble de esa manera.

Los guionistas Chad y Carey Hayes tomaron como principal inspiración clásicos como El Exorcista y Poltergeist, y le dieron nuevos giros a la trama. No hay frescura en el guión, pero sí en la dirección. Se podrán ver muchos lugares comunes, momentos que no se pueden evitar porque han quedado inmortalizados en las arriba mencionadas gemas del horror, pero es tarea de Wan de aderezar con su toque mágico un film que de otra manera sería una copia burda. Como no se le puede escapar a los típicos jump scares, se juega mucho con ellos, se estira el momentum y el nivel de tensión se lleva a cotas elevadas. Poco a poco, el nivel de actividad paranormal se va elevando hasta el caótico desenlace, un elaborado exorcismo funesto. No se le puede escapar a James incorporar un juguete macabro, y en The Conjuring es el turno de que conozcan a Annabelle, una muñeca ajada y raída, que protagoniza lo que sería el prólogo del film.
 The Conjuring no apunta a crear una conciencia social sobre lo sobrenatural, sobre vencer las barreras del esceptisismo. Sencillamente es un legado al horror de la vieja escuela, del cual el director es fanático, un homenaje alucinante, fresco y entretenido, compuesto con inteligencia y apuntado a generar un buen mal momento en la sala de cine.

Calificación: A-