jueves, 31 de marzo de 2011

Confesiones (Kokuhaku)

Año: 2010.
Género: Drama.
País: Japón.
Duración: 106 minutos.
Dirección: Tetsuya Nakashima.
Intérpretes: Takako Matsu, Masaki Okada, Yoshino Kimura, Yukito Nishii, Kaoru Fujiwara, Ai Hashimoto.

"El último dia de clase, una profesora se despide de los alumnos con el anuncio de que deja la escuela, pero añadiendo una confesión: que su hija de cuatro años, fallecida recientemente, ahogada en la piscina de la escuela, fue en realidad asesinada por dos de los estudiantes de esa misma clase, y añade que ya ha puesto en marcha su venganza contra ellos."

La nueva generación de jóvenes está cagada.
Y si no, miren Confesiones y díganme que piensan. Hasta el momento, clases problemáticas hubo y habrá siempre, pero año tras año, nos enteramos de masacres como la de Columbine y similares, violencia hacia los maestros y de pronto, uno piensa que escenarios como el planteado en Battle Royale suena más y más realista.
 Confesiones me engaño desde el principio. Con esa sinopsis y sin ver ningún trailer ni ningún avance ni nada, pensé que estaba ante otra película de horror japonesa y resulta que descubrí un drama espectacular, al que hay que tomarlo por las astas y diseccionarlo correcta y pausadamente para comprenderlo del todo...

Fácilmente, la primera media hora completa de la película podría haber funcionado como un excelente mediometraje: tiene una historia atrapante y la culminación con la revelación final (de ese segmento) cierra la idea que viene planteando el personaje principal estupendamente. Durante este primer segmento, la profesora de 1er Año, la señorita Moriguchi, alecciona a su estudiante sobre la vida y la importancia de ella, a partir de la muerte de su pequeña hija a manos de dos de sus odiosos alumnos. No, odiosos no es la palabra que mejor los describe. Creo que sería turros (aunque hijos de puta son palabras muy fuertes, pero encajan a la perfección): desde la inocentada de no prestar atención, hablar encima del maestro y molestar a sus compañeros, hasta cometer las atrocidades más horrendas, estos pibes realmente representan todo lo que una sociedad turbia refleja en ellos... y razón de más para verlos castigados vilmente por esta maestra que no tiene nada que perder.

Tras la revelación final que cierran estos maravillosos 30 minutos iniciales, se abre paso la historia a partir de la visión de tres de los alumnos, de la madre de uno de ellos, y del profesor sustituto, todas encadenadas a partir de esta 'confesión' dentro del aula. El resto de la película se encarga de desarrollar varias ópticas, y todos los personaje quedan en una posición incómoda para el espectador: ¿hasta que punto se es víctima o se es victimario? Cada uno podrá armar su historia y decidir hasta qué punto es tal o cual personaje culpable o no, pero no zafa nadie del escrutinio.

 He sabido que varios no han podido con el argumento, y se han cansado a mitad de camino. el primer acto puede ser terriblemente soporífero, pero lo encontré refrescantemente amenazante, y casi casi un monólogo por parte de Takaku Matsu, que es para alabar de rodillas. Hasta el final de la película hay varios giros y sorpresas que le van redondeando la idea de esta visión japonesa particular de 'Crimen y Castigo', como bien menciona un personaje.

Otro de los motivos por el cual Confesiones se destaca, a parte de su historia más que interesante, es por su estilo visual y las interpretaciones. Dejando de lado un par de sobreactuaciones por parte de los jóvenes, en líneas generales están más que sorprendentes y bien que le hacen frente a la Moriguchi de Takaku Matsu, pilar fundamental de la historia y de la película también; a medida que transcurre el tiempo, poco a poco se van explorando nuevas facetas de estos chicos sin futuro, y se va dimensionando sus personajes; acá no son los típicos adolescentes frustrados con la vida, hay motivaciones y deseos ocultos, deseos que se exteriorizan de la peor manera, llegado el caso.

El otro punto clave es el estilo de la película. Visualmente, un drama no luce así de hermoso, pero acá lo hace. Aunque se abusen un poco de la cámara lenta, el director Tetsuya Nakashima sabe lo que hace y muchas de las secuencias de su film están hiperestilizadas y todo transcurre como si fuese un sueño, un plano onírico sin desplazar a la realidad (una de las últimas escenas de la película trasciende este plano, pero estéticamente, queda lindísimo) Lo loco también es reconocer insurgentes temas melódicos en inglés de bandas como Radiohead, por ejemplo; es algo que no me lo esperaba en absoluto y le da este toque estilístico muy importante a la película. Le da carácter, y potencia.

Sí era un poco raro el uso excesivo de la sangre. Tal vez para dar un contexto más violento y más veracidad a la moreleja que se quiere presentar, pero no deja de ser curioso que se vea tanta hemoglobina expuesta en una película de este estilo.

Confesiones es un drama al que hay que agarrarle la mano: tiene una historia totalmente desgarradora y engarzada a ella, un comentario social más que interesante para discutir. Con razón estuvo a un paso de entrar entre las nominadas a los Oscars este año. Lo difícil será encontrarle el tiempo y disfrutar tanto de la trama como de su bella puesta en escena. Los que puedan, encontrarán una película más que satisfactoria.


Calificación: A-

lunes, 28 de marzo de 2011

Rihanna - S&M

Si quería escandalizar, Rihanna lo ha logrado. La canción misma ya alude desde el título al masoquismo, y la letra se explaya aún más, pero el video se lleva las palmas por demostrar a la perfección el tono lleno de sexo del tema. Uno de los videos más atrevidos de la joven cantante de Barbados, para una de sus canciones más bailables hasta la fecha.

S S S & M M M, S S S & M M M....

lunes, 21 de marzo de 2011

Los Ojos de Julia

Año: 2010
Género: Suspenso/Horror.
País: España.
Duración: 116 minutos.
Dirección:  Guillem Morales.
Intérpretes: Belén Rueda, Lluís Homar, Pablo Derqui, Julia Gutiérrez Caba, Joan Dalmau.


"Julia es una mujer que padece una enfermedad degenerativa de la vista y está perdiendo visión progresivamente. Cuando su hermana gemela, Sara, ciega a causa de la misma enfermedad, aparece ahorcada en su casa, Julia se niega a aceptar que se trata de un suicidio y decide investigar por su cuenta lo que ella intuye es un asesinato. Conforme vaya descubriendo la terrible verdad sobre los últimos días de la vida de su hermana, Julia irá adentrándose cada vez más en un mundo de oscuridad, hasta que una serie de inexplicables muertes y desapariciones se crucen en su camino."

Que no tome por sorpresa que, tras el nombre de Guillermo del Toro como productor, y con Belén Rueda al frente como protagonista, el cine de suspenso y terror siga creciendo exponencialmente. En 2007, este particular dúo logró descollar con El Orfanato (reseña) y antes de eso, Del Toro implosionó a medio mundo con El Laberinto del Fauno. El segundo largometraje de Guillem Morales (el primero, sumado a unos cuantos cortos, fue El Habitante Incierto) no le llega a los pies a la película de Del Toro, y apenas alcanza los niveles de El Orfanato, pero es un loable esfuerzo para tender una red de miedo al espectador entre las penumbras.

Julia acaba de perder a su hermana gemela Sara. Aparentemente, todo indica que fue suicidio, pero un par de detalles en la casa al momento de la muerte hacen dudar a Julia de lo contrario: que su hermana fue asesinada vilmente, aunque nadie, ni siquiera su marido Isaac, le crea. Creo que no pasan ni diez minutos del comienzo que el personaje principal se pone en campaña para desentrañar este misterio. Cual Código Da Vinci catalán, Julia sigue rastro por rastro el camino que una misteriosa sombra, que siempre se encuentra un paso adelante de ella.

Siempre, hasta que irreversiblemente el fantasma omnipresente de la ceguera vaya carcomiendo la salud visual de Julia con cada ataque de stress que le ocurra (ataques cada vez más seguidos debido a la tensión a la cual está sometida) Durante esta primera parte del film, el desarrollo es muy interesante e inquietante; además de querer saber la verdad de si fue un suicidio o no, está también la pérdidad de la visión de Julia, un factor que no permite distinguir bien si la verdad saldrá a flote antes de que ella quede ciega...

Hay, sin embargo, una bajada de nivel bastante importante a mitad de la película en donde todo el suspenso que se venía gestando se esfuma poco a poco con un toque de drama para continuar hasta el final con un juego del gato y el ratón sangriento y totalmente innecesario, ya que la película no debería haber virado hacia el horror tan radicalmente. Es como si el director sintiese que su historia no estaba cuajando y al menos le metía con calzador un toque de sangre para los fanáticos.

Mal movimiento, porque estos momentos sangrientos desconfiguran lo que se había armado hasta el momento. Por si fuera poco, hay momentos realmente inverosímiles que involcuran a una nena del barrio y un momento casi al final con la anciana ciega del barrio. Ridículos. Pero esto es como el ying y el yang, porque las dos tienen momentos estúpidos, pero por otro lado, ambas protagonizan sendas imágenes brutales: la una con un cuchillo y una pared, y la otra, con un ojo y una jeringa. Uno es un movimiento tonto por parte del guión, y el otro, es un toque maestro del horror físico.

Para no ser menos, el film de Guillem Morales cuenta con apartados artísticos por sobre la media, al igual que sus congéneres patrios: por el lado del elenco, Belén Rueda sorprende una vez más con un personaje potente, sencillo y muy a tono con este papel de final girl MILF que la destacó en El Orfanato; esta española tiene un nivel fascinante y levanta el nivel de esta propuesta a la estratósfera con cada gesto (y más cuando está ciega). Una lástima que le encorseten remeritas que le traslucen todo; con qué necesidad. Lluís Homar, como siempre, secundario y a buena honra porque siempre cumple con la parte. La revelación acá es Pablo Derqui, espeluznante como el villano de turno, un ser oscuro y triste a partes iguales.

Técnicamente, los españoles tienen la posta. No sé si todos los guiones sean buenos, pero al menos un buen plato para lo ojos te sirven: la fotografía de Los Ojos de Julia es es estupenda, super atmosférica, tenebrosa y oscura, para no perder el toque reflejado en las ideas de la película. El barrio en donde transcurre toda la acción es cerrado e interconectado por patios traseros, y siempre está lloviendo. Ace para los españoles.

 Si recién comentaba que Guillem Morales dejaba que desear como guionista, la pasta que le falta en ese aspecto le sobra como director: sabe cómo dirigir a su elenco, y cómo seguirlos a su alrededor con la cámara. La escena inicial, la siento como un robo a The Eye, al menos la versión de 2008 y eso le resta puntitos, pero por ejemplo, la escena del asesino escapando por un pasillo que se va encendiendo a medida que pasa corriendo es perfecta, y los momentos en los cuales tomamos la persona de Julia para ver a través de sus ojos y sentir cómo se deteriora su visión son geniales y te ayudan a comprender un poco más los sentimientos y la espinosa situación de la protagonista. Visualmente, impecable.

Los Ojos de Julia es una gran historia de misterio y suspenso, hasta que decide cambiar de rubro y redireccionarse hacia el horror, terreno en el que zozobra. Puede parecer larga, pero el magnetismo de Belén Rueda y la dirección de Guillem Morales hacen que la película no desbarranque (del todo). Otra buena adición al cine de género español, que se ha convertido en la nueva Francia con respecto al horror.


Calificación: B

Duck Sauce - Barbra Streisand

Dos palabras, el nombre de esta famosísima y encantadora cantante y actriz, es suficiente para que el duo americano/canadiense Duck Sauce cree una canción imperdible y pegadiza a rabiar, que increíblemente se te cuela en el cerebelo y sigue, y sigue, y sigue...

A continuación, Barbra Streisand.

jueves, 17 de marzo de 2011

Expreso al Terror (Train)

Año: 2008.
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 94 minutos.
Dirección: Gideon Raff.
Intérpretes: Thora Birch, Gideon Emery, Kavan Reece, Gloria Votsis, Derek Magyar, Todd Jensen, Koyna Ruseva.

"Viajando a través de Europa del Este con su equipo de lucha del colegio, Alex asiste a una noche de decadencia en una fiesta que provoca que ella y sus amigos pierdan el tren a Odessa, donde competirán en pocos días. Su entrenador está furioso, pero una misteriosa mujer les ofrece un viaje en un tren alternativo. El entrenados acepta, y los atletas, exhaustos y con resaca, se suben agradecidos. Sin embargo, el tren guarda un terrible secreto, y para Alex y sus compañeros de viaje, una pesadilla repleta de sangre apenas comienza..."

Con Hostel, de Eli Roth en 2006, se abrió un nuevo subgénero en el tan mencionado casillero de la 'porno-tortura: el psico-social. Ya en Hostel y su secuela veíamos a personas adineradas pagar por torturar y matar gente; en Turistas, del mismo año, un grupo de chicos se las veía durante sus vacaciones en Brasil con un equipo especializado en extraer órganos y dárselos a los más necesitados. Claramente, Train podría ser Hostel para Turistas en un tren.

Algo que no puede reprochársele en absoluto a Train es su descarnada visión sobre lo que significa el gore; desde la escena inicial, sabemos que esperar con una brutal y violenta disección de un cuerpo, con música tétrica de fondo, cortesía del fabuloso Michael Wandmacher.
En materia de sangre, cumple y ¡cómo! Hay para todos los gustos y tamaños, y en este aspecto es difícil que un sabueso del horror salga decepcionado.

 Lamentablemente, la trama que pergreñó el escritor y director Gideon Raff, en un principio como remake de Terror Train, no tiene el suficiente vuelo como para sentirse una película medianamente original y hasta toma conceptos de sus predecesoras, incluso hasta el ligue femenino hacia las potenciales víctimas. Esto, sumado a que hay un carente interés en desarrollar las personalidades de sus personajes (en ningún momento el espectador se preocupa honestamente por si viven o mueren) Curioso, porque en cierto momento, mientras los personajes juego a 'Verdad/Consecuencia' (o lo que igual, 'Truth or Dare') hay un cierto aire cómplice entre ellos, pero no pasa de esa escena. Si el guionista pudo crear una escena así, no puedo imaginar por qué no varias del mismo tipo a lo largo del metraje.

El elenco tampoco ayuda mucho a esta sensación de desestabilidad. Thora Birch es la protagonista on/off del proyecto: tiene carisma e irradia belleza, pero por momentos es una cargada las reacciones que tiene (cuando encuentra a su novio maltrecho, cero emoción) y por otros, te querés correr de su camino destructivo. Su verdadera fortaleza llega al final de la película pero, ay, para el momento en el que Thora agarra el martillo llegado el final, un momento más que esperado, las ganas del espectador de ver el espéctaculo se quedaron atrás, con las victimas. Gideon Emery es el más deslucido, porque su personaje no tiene sentido alguno y encima el trasfondo homosexual fue todo menos declaratorio (igual, la escena de la camisa es fantástica ;) Los demás, dejan bastante que desear, incluso los villanos de cartón

 Si algo tiene de curioso la director de Raff es que, durante todo el tiempo que la acción se desarrolla dentro del tren (lo cual es el 90% de la película), la cámara se mueve y traquetea como si de un movido viaje en tren se tratara. Es un detalle más que vistoso, pero que puede llegar a acabar con tus nervios a medio camino. Tengo que recordar, nuevamente, que la banda de sonido creada por Michael Wandmacher (trabajó en Piranha 3D y My Bloody Valentine 3D) es brutal y bella al mismo tiempo - el tema principal, una inquietante canción de violín en reversa (genius!) es explosivamente sombrío.

Si Train se hubiera construído mejor alrededor de un guión algo sólido para este tipo de propuestas, hubiera funcionado como sus predecesoras, pero tristemente se queda en el intento, y en ser una película para ver cuando uno está aburrido.


Calificación: C+

lunes, 14 de marzo de 2011

Wax Tailor feat. Charlotte Savary - Seize the Day

Con Paris (reseña) descubrí un nuevo mundo, aparte de ser una película muy significativa para mí. Dentro de su banda sonora, hay un tema en particular que cada vez que lo escucho me emociona muchísimo, y me pone emotivo y melancólico a la vez; pocas canciones me llevan a ese estado, y Seize the Day es una de ellas.

Tal cual lo menciona el título, todo se trata de aprovechar el día, al máximo, sin importar lo que pase. La voz melosa de Charlotte Savary encumbra esta idea a la perfección.

domingo, 6 de marzo de 2011

Infierno al Volante 3D (Drive Angry 3D)

Año: 2011
Género: Acción.
País: Estados Unidos.
Duración: 104 minutos.
Dirección: Patrick Lussier.
Intérpretes: Nicholas Cage, Amber Heard, William Fichtner, Billy Burke, David Morse.

 "Milton es un delincuente endurecido con una última oportunidad de redención. Empeñado en frenar una sanguinaria secta que asesinó a su hija, Milton tiene tres días para impedir que sacrifiquen a su pequeña nieta en noche de luna llena. 
 Además, deberá hacer uso de su furia para ir más allá de los límites humanos y salvar su último vínculo con la humanidad. A Milton se le úne Piper, una joven camarera sensual y astuta que le roba a su novio el V8 color cereza para ayudar a Milton. Ambos ahora se encuentran sobre la pista del carismático Jonah King y sus despiadados seguidores. King tirará a cada uno de sus fieles bajo las ruedas del turbo negro modelo ’71 para cumplir su misión y desatar el Infierno en la Tierra. Pero la sanguinaria secta es el menor de sus problemas. La policía está también tras sus pasos. Y peor aún, un enigmático asesino conocido como “El Contador."

La dupla Lussier-Farmer ya había dejado en claro con Sangriento San Valentín (reseña) que eran un par de cuidado en cuanto a casquería clase B significase, y más ahora que tomaron el 3D por las astas. Con Infierno al Volante, han subido un par de escalones más y se han sobrepasado totalmente con una película de acción grotesca y desmesurada.

Las primeras escenas ya dejan en claro por donde van los tiros acá (nunca mejor dicho): persecuciones en autos a toda velocidad, tiroteos, un Nicholas Cage implacable destrozando a sus enemigos miembro por miembro, mucha sangre y objetos volando a la cara del espectador. Y eso fue sólo la primera escena. El objetivo de John Milton es recuperar a su nieta de una banda de locos satánicos, y no lo detendrá (casi) nada para lograr su objetivo.

  Buena parte de la película es una road movie descerebrada y llena de plomo y sangre, en la cual uno a uno los escollos con los que se encuentran Milton y su acompañante de turno Piper; de no ser por el giro fantástico que ocurre a mitad de la película (hasta este momento, el espectador incauto que no leyó la sinópsis bien ni vio un trailer pensará que ésta es una película de venganza corriente), las cosas hubieran podido ser un poco menos chabacanas de lo que resultaron ser. Pero claro, teniendo el cuenta que Todd Farmer también escribió Jason X, todo es posible.

 Realmente, Nicholas Cage está a todo trapo. Últimamente viene en picada con los papeles que elige, pero curiosamente el perfil para el personaje principal de la película le pertenece sólo y sólo a él, un papel totalmente descafeinado y con mucha mala leche: sin él hubiera sido cualquier cosa para mal, porque la película ya es cualquier cosa, serie B. Su contraparte femenina es Amber Heard, que aparece tan hermosa como malhablada y que por esas cosas del destino todavía no se llevó por delante a Hollywood y ésta es su carta de presentación más grande al momento. Espero que se le abran las puertas más seguido. En otros papeles igual de importantes se encuentran William Fichtner como el Contador, un personaje misterioso cruza del T-1000 con un Hombre de Negro que se roba la película con sus apariciones, y Billy Burke como el jefe del clan satanista, desgraciado y loco de remate a más no poder.

Como película íntegramente realizada en 3D, Infierno al Volante cumple su objetivo. El aspecto digital es impresionante y Lussier se siente como pez en el agua filmando con este tipo de cámaras; poco a poco está desmostrando que es un buen director, tan buen director como editor. La profundidad se nota nítida y casi palpable, y los momentos 'te-tiro-tal-cosa-a-la-cara' continúan funcionando muy bien, si se hacen bien, claro.

Pero, ay, por más sangre, vísceras, heridas de bala y explosiones que tenga tu película, incluso dentro de la locura que representa la película en si, todos los aspectos tienen que estar cuidados. Y si en un aspecto la película falla, es en hacer un uso de los efectos CGI convincentemente. Ya en el trailer se podía ver cuando lanzaban un hacha al personaje de Cage y quedaba horrible; bueno, en la película no queda tan feo pero igual es raro. Igualmente, el punto cúlmine de este descuido es la muerte de un personaje casi al final de la película que realmente me hizo dudar de si en verdad de veía tan horrible como lo acababa de ver: es más, me resultó un autoinsulto a la película.

En otra cara de la película, debo decir que el compositor Michael Wandmacher me sigue sorprendiendo, como lo hizo en Sangriento San Valentín y en Piraña 3D: la música original y la banda sonora son bien grindhouse y le agregan un detalle perfecto a la propuesta que significa la película.

 Infierno al Volante podría haber funcionado mejor en taquilla si no se pasara tanto de la raya en su autoparodia y hubiera bajado un par de cambios (sigo con las bromas automovilísiticas) Llegado el final, se siente como si la película se hubiera pasado de revoluciones (bueno, ¡la última broma que hago!) y en el camino, hubiera perdido al espectador que venía soportando el festival destructivo. Espero que si la dupla finalmente llega a concretar Halloween 3D (aparte de Condition Dead 3D y Hellraiser) no se pasen de mambo.


Calificación: B-

sábado, 5 de marzo de 2011

Presa Fría III (Fritt Vilt III)

 Conocida también como 'Escalofrío 3'

Año: 2010.
Género: Horror.
País: Noruega.
Duración: 95 minutos.
Dirección: Mikkel Brænne Sandemose.
Intérpretes: Ida Marie Bakkerud, Kim S. Falck-Jørgensen, Pål Stokka, Julie Rusti, Arthur Berning, Sturla Rui, Terje Ranes, Nils Johnson, Endre Hellestveit.

"Jotunheimen, 1976. El hotel de montaña Stehøe está al borde de la bancarrota luego de varias sospechas de extraños eventos. Sin saber a ciencia cierta si su hijo está detrás de estos eventos inexplicables, la pareja que regentea el hotel toma la drástica decisión de encerrar a su hijo en el sótano. Pero un día, algo ocurrió que movilizó a la familia por siempre. La historia oficial dice que el chico cayó en una grieta mientras jugaba afuera, y que sus padres fueron atrapados por una avalancha mientras lo buscaban. ¿Será cierto?
 Ahora, un grupo de amigos descubrirá la terrible verdad detrás del misterio."

En 2006 y 2008, Noruega levantó la mano en la clase del slasher y, tomando las convenciones más banales del subgénero y moviendo un poco las fichas de su lugar, logró hacer una película y una secuela dignas de ser reconocidas hasta en América, tierra del género por excelencia y por desgracia al mismo tiempo. Fritt Vilt (reseña) y Fritt Vilt II (reseña)podrían ser tranquilamente piezas de acompañiamiento de las icónicas Halloween (reseña) y Halloween II originales, ya que deambulan por los mismos senderos en cuanto a la historia.

La historia no podía quedar más concluída con el final de la segunda parte así que, cuando no se puede continuar avanzando, ¿que mejor manera que retroceder a los orígenes del asesino? Enter Fritt Vilt III, horrible título para la precuela (¿¿¿es que no ven que no es una tercera entrega sino una precuela???)

En esta ocasión, antes de toda la desventura de Jannicke y sus amigos en el presente, saltamos hasta 1976, donde se nos cuenta en un breve prólogo la historia de la familia que vivía en el hotel, el matrimonio y su hijo que, aparentemente, ha causado que el hotel se venga abajo en bancarrota. ¿Las razones? Ninguna, sólo se destila que el chico está maldito (algo así como Samara en The Ring) y por eso su no-padre (en cierto momento le grita ¡No soy tu padre!) lo encierra en el sótano. Por esto, el chico tomará venganza cuchillo en mano.

 Saltamos 12 años; la policía nunca encontró al chico ni a su familia, y los dieron por perdidos en una avalancha. Ahora, un grupo de seis chicos se embarcan en un fin de semana, dispuestos a pasar una noche en el hotel. Por tal o cual cuestión, no lo hacen y terminan acampando en un bosque. A partir de ese momento, uno a uno irá cayendo en las garras de este asesino.

 Son los típicos jóvenes despreocupados de siempre, el estereotipo clásico, pero el mayor problema es que no son Jannicke y sus amigos. Al ser una precuela, todos sabemos hacia adonde apunta el final (rara vez cambia el rumbo de una precuela, y este no es el caso) y, a lo sumo, el orden de las muertes se alterará un poco, pero este grupo es unidimensional y claramente se puede preveer quien será la final girl, aunque en cierto momento se aparente lo contrario. Ida Marie Bakkerud hace un buen trabajo como Hedda, la heroína, pero no le llega ni a los talones a Ingrid Bolsø Berdal, figura indiscutible de toda la saga. Sus compañeros hacen lo que pueden, pero son meras caricaturas pintadas al óleo y sin esfuerzo.

Pudiendo sumar dos mas dos, si el asesino desapareció a los 11 años, y pasaron 12 hasta la primera masacre, por ley lógica de la vida debería tener 23 años; entonces, ¿por que parece un tipo entrado en la treintena? Vayan a preguntárselo a los guionistas, que apenas se preocuparon mucho en sorprender y menos en prestar atención. Las muertes de la primera no eran nada fuera de lo común, y la segunda entrega se encargó de corregir eso; ahora, volvemos al punto cero: cero originalidad en las muertes, un poco de sorpresa en el orden, repito, pero escaso interés general.

 Hay que destacar por supuesto, el increíble trabajo de fotografía que tiene la película: los paisajes son demoledoramente bellos, y ahora con este verano/primavera que presentan, se desdice un poco del factor frío que se venía presentando como un concepto más para la trama, pero a la vez presentan un escenario diferente. Muy a mi pesar, es el único aspecto que destaco totalmente del film.

 Fritt Vilt III es una innecesaria precuela que no sirve sin otro propósito que de catálogo de viajes a Noruega; sus inmensamente bellos paisajes son el único pasaje sobresaliente de esta entrega que sabe a poco y no aporta nada a la mitología de la saga que, claro, ya está muerta. ¿O no?


Calificación: C