jueves, 24 de abril de 2008
En tiempos de Laura Osorio
Cristina Bajo ya se ha ganado un lugar en mi corazón.
Es que desde su anterior novela, "Como vivido cien veces", ya había dejado el plano sembrado para la segunda parte de la saga de los Osorio, en ese diálogo al final de Luz María con su prima Laura (protagonista excluyente de la primera parte) en el que se pasan la posta sobre quien va a contar la historia ahora.
El transfondo histórico de la novela es inquietante nuevamente y el temor está latente en los personajes, ya que la situación entre unitarios y federales ha empeorado y el país está en un estado de crisis permanente. Sin embargo, los personajes siguen adelante con sus vidas, y es acá donde la vida de Laura se nos narra, una vida precoz y casi de sometimiento por una familia carente de una madre fallecida que ella tiene el deber, no tanto por orden sino por una cuestión propia de ella de rellenar, el llevar la casa adelante junto a su padre; y también de su propio despertar a la vida como ella antes no lo había conocido, de la mano del perverso y obstinado francés Hubert de Bracy y del periodista escocés Brandon Robertson. Pero a su vez Laura está enamorada perdidamente con su tío Eduardo Farrell, y esta situación complicará aún mas las cosas.
Aunque siempre estará acompañada por su cándida y fresca tía Francisca, que prácticamente se roba el protagonismo cada vez que aparece en escena.
Una de las cosas que más me preocupaba era la extensión del libro, casi el doble que el anterior, pero se ve tremendamente aprovechada por cada situación que sufren y viven los personajes.
Realmente impecable, de una escritura soberbia, no puedo esperar para ver (o mejor dicho leer) como sigue esta historia.
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