Fue gracioso como hoy mi hermana y yo nos hicimos con el último libro en tapa dura de la saga de Harry Potter.
Resulta que fuimos de compras con mamá al supermercado; eran cerca de las 18:45, y el libro se comenzaba a vender desde las 20:00 hs. en todas partes, así que decidimos hacer tiempo hasta la hora de la venta, sabiendo que tal vez hoy nos volveríamos con las manos vacías. Pero mi mente ideó un plan astuto e ingenioso en ese momento.
Cuando ya faltaban 10 minutos para la hora de la venta, algunos chicos y jóvenes se fueron acercando al stand con ojos ávidos, mientras nosotros dabamos vueltas con el changuito rebosante de cosas. En ese momento, mientras mamá daba vuelta por la sección de jardinería, la abordamos y le hacemos la pregunta en cuestión: "¿Nos podés comprar el libro ahora? Te lo pagamos despúes". El libro resultó salir $55 en rústica y $70 en tapa dura (malditos chorros Salamandrinos¡¡¡¡),pero como es el último libro, ya estabamos jugados.
A las 19:59, la escasa multitud se abalanzó sobre el pequeño stand agarrando los libros con cara sonriente.
Mi hermana agarró el de tapa dura, a pesar de que teníamos en mente el de tapa blanda. "Pero después de desarma todo y nos queda como el quinto", dijo ella. Así que tuve que convencer otra vez a mamá de comprar el de tapa dura por las mismas razones de mi hermana.
"Me están desplumando", dijo mamá. "Agarren uno y llévenlo".
Satisfacción (nuestra) garantizada¡¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario