martes, 26 de noviembre de 2013

La sospecha (Prisoners)

  Conocida también como 'Prisioneros'

Año: 2013.
Género: Drama/Thriller.
País: Estados Unidos.
Duración: 153 minutos.
Dirección: Denis Villeneuve.
Intérpretes: Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard, Melissa Leo, Paul Dano, Dylan Minette, David Dastmalchian.


"Cuando la hija de Keller Dover y su mejor amiga desaparecen, el honrado padre de familia toma el asunto en sus manos cuando la policía parece no resolver el caso y la presión aumenta con cada minuto que pasa. ¿Qué tan lejos puede ir un hombre desesperado con tal de proteger a los suyos?"

 El invierno profundo se acerca en Pennsylvannia, y las familias Dover y Birch se aprestan a pasar el día de Acción de Gracias juntas. Lo que no saben es que la celebración pronto se verá trunca con la desaparición de las integrantes más pequeñas de ambas familias, lo que desencadenará un thriller oscuro y moralmente sinuoso. Un verdadero artista del celuloide, Denis Villeneuve da el gran salto desde su Canadá natal y se agenda un elenco de estrellas de primer nivel, dignas de estudio, para plasmar en pantalla uno de los miedos más recurrentes en la vida de un padre con hijos.

 Durante muchos momentos de la historia, la sensación de dejá vú puede hacerse presente en las actitudes que toman los personajes, pero el guión de Aaron Guzikowski siempre se encuentra un paso por delante del espectador, dejando cabos sueltos desde principio a fin, que luego van encontrando su forma de encadenarse con el todo de la trama. Es íncreíble lo que se puede llegar a lograr con material reutilizado de muchas películas del género y sin embargo, que el resultado final sea tan fresco y ominoso como lo es el caso de Prisoners. Villeneuve juega un juego peligroso, siguiendo un camino intrincado cual laberinto - detalle simbólico que cobra peso durante la mitad del film - que conduce a un cada vez más inesperado desenlace, haciendo honor al genero que pertenece, haciendo sospechar a la platea de todos y cada uno de sus personajes.

Lo que hace de ésta una película tan visceral - además de su fuerte contenido de violencia - es el detalle solapado del realismo. Todo el elenco se conduce con naturalidad y las decisiones que toman, aunque cuestionables, se sienten honestas y verdaderas. El padre interpretado con una expresividad que asusta por parte de Hugh Jackman - en una nueva demostración de todo su talento, papel que clama a gritos una nueva nominación al Oscar -  está dispuesto a todo por defender a su familia, aunque tenga que entrar a la espiral descendente que significa voltear la mirada a un lado de la Ley. Por el otro lado, el parco y recio detective Loki de Jake Gyllenhaal nunca ha tenido en toda su carrera un caso sin resolver, y la posibilidad de que la desaparición de las chicas y su destino queden en el misterio lo empujan por el camino de la desesperanza y la frustración.

 No hay grandes diálogos, ni reflexiones extravagantes, así como tampoco interpretaciones prolíferas en registros elevados. La solidez con la cual artistas de la talla de Maria Bello, Viola Davis y Terrence Howard juegan a ser los padres en pena, y los avasallantes papeles de un oscurísimo Paul Dano y una desensibilizada Melissa Leo son detalles que no se pueden dejar pasar a la hora de sopesar el resultado final de Prisoners.

La congelada fotografía de Roger Deakins es una protagonista insoslayable, en especial esa magnífica escena en donde la lluvia no cesa de caer y se convierte en nieve, ambos fenómenos meteorológicos ocurriendo al mismo tiempo, transmitiendo aún más la angustiosa situación en la cual se encuentran los protagonistas. Algo similar a lo visto en aquella película con Jennifer Lawrence, Winter's Bone, en donde el clima aportaba mucho a la trama. Si a eso le sumamos la pesadillesca banda sonora de Jóhann Jóhannsson, la historia de un secuestro dentro del paisaje pesimista funciona como un puño gélido que estruja el corazón hasta de los más duros, en un thriller que durante dos horas y media paraliza en la butaca y no te deja despegarte hasta el turbio clímax final.

El director canadiense ofrece así una de las cintas más estremecedoras de año, donde la reflexión recae sobre las miserias más profundas del ser humano gracias a una historia más cercana de lo que a uno le gustaría reconocer. Prisoners es la definición de diccionario de lo que es un thriller con todas las letras. Imperdible.

 Calificación: A

martes, 19 de noviembre de 2013

Los Juegos del Hambre: En Llamas (The Hunger Games: Catching Fire)

Año: 2013.
Género: Acción - Aventura - Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 146 minutos.
Dirección: Francis Lawrence.
Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Lenny Kravitz, Phillip Seymour Hoffman, Jeffrey Wright, Stanley Tucci, Donald Sutherland, Sam Claflin, Jena Malone, Lynn Cohen, Amanda Plummer.


"Katniss Everdeen regresa al distrito 12 sana y salva luego de ganar los 74° Juegos del Hambre junto a su compañero Peeta Mellark. Ganar significa tener que dejar atrás a familia y amigos, y embarcarse en el Tour de la Victoria por los diferentes distritos. A lo largo del camino, Katniss se dará cuenta de que una rebelión comienza a gestarse, pero en el Capitolio continúa todo bajo control mientras el Presidente Snow organiza la edición número 75 de los Juegos del Hambre con un giro inesperado que cambiará la historia de Panem para siempre."

El placer que me provocó ver En Llamas en pantalla grande me hizo volver el tiempo atrás, a cuando ir a un preestreno de Harry Potter lo significaba todo para un pibe adolescente. La saga de Katniss Everdeen heredó con justicia el fandom del joven mago, y no tuvo que caer en el melodrama mormón que supuso ser la saga Twilight para poder subsistir. Si hay una heredera digna de la saga mágica, esa es la distopía asombrosa creada por Suzanne Collins, ahora convertida en una franquicia que se encuentra presente allí para donde uno voltee la mirada.

El Capitolio de Panem, gobierno cruel y dictatorial si los hay, ya demostró lo sádico que puede llegar a ser al organizar los anuales Juegos del Hambre, en donde 24 chicos de diferentes distritos combaten a  muerte para el divertimento de las clases sociales más altas. Si bien una pincelada bastante grande de la injusticia social en Panem se vivió en la primera entrega, es tras finalizar con la victoria de Katniss y su compañero Peeta que las cosas se ponen realmente interesantes en la saga. En la secuela, nuestra heroína se enfrenta a una realidad en donde el estrés post-traumático de haber combatido en la arena acecha en cada esquina, donde todos sus movimientos están siendo controlados por el presidente, convencido de que las acciones de Katniss han provocado una chispa de esperanza en el pueblo oprimido, donde un evento especial la empujará nuevamente al escenario que más teme enfrentarse.

 Una razón por la cual En Llamas se siente muy diferente a su precursora por el solidificado guión de Simon Beaufoy - Slumdog Millionaire, 127 Horas y Michael Anrdt - Toy Sotry 3, Valiente - quienes adaptan con una fidelidad pasmosa el libro homónimo. Odio caer en comparaciones, pero ni Harry Potter pudo trasladarse a la pantalla grande sin perder la riqueza de la prosa de Rowling, y En Llamas es un testimonio asboluto de que no sólo se puede lograr ser lo más fiel posible, sino entretener durante casi dos horas y media sin resultar aburrida en ningún momento.

 Entre el contraste de la opulenta vida de los ricos en el Capitolio - cuyo epítome se ve reflejado en la extravagancia de Effie Trinkey, una siempre sólida Elizabeth Banks- y la pobreza absoluta de los distritos adyacentes al Capitolio se encuentra la Chica en Llamas, en una verdadera explosión actoral de parte de Jennifer Lawrence. Fresca luego de su reciente Oscar, Lawrence demuestra toda su gama de emociones en un personaje conflictuado, que le permite dar en el clavo con un registro que la lleva por diferentes estadíos durante toda la película. Es muy fácil exagerar un protagónico del estilo, y es muy fácil caer en lugares comunes, pero la joven actriz utiliza todo su encanto y magnetismo personal para lograr que su Katniss interese, y se sufra en carne propia el tortuoso camino que le tocó transitar. Es una pena que sus acompañantes masculinos no la acompañen en nivel, ya que la ternura del Peeta de Josh Hutcherson se queda en eso, ternura, y Liam Hemsworth sea tan sólo una cara bonita - aunque su personaje se vaya desarrollando con las siguientes películas/libro-. El elenco secundario brilla también por los nombres que desfilan en pantalla, desde las usuales intepretaciones de calidad de parte de Woody Harrelson, Stanley Tucci, Lenny Kravitz y el gélido Donald Sutherland hasta las nuevas incorporaciones, como Phillip Seymor Hoffman y los Tributos, la letal Johanna Mason de Jena Malone y la beldad rubia Finnick Odair de Sam Claflin.

 El cambio de dirección le vino muy bien también a En Llamas. A partir de ahora, la saga será completamente dirigida por Francis Lawrence, y si lo que se vio en esta secuela es indicativo de algo, es que el final de la saga será explosivo. No sólo el presupuesto subió exponencialmente y ahora el universo donde transcurre la historia se nota gigante y totalmente expansivo, sino en los efectos digitales también - la arena de combate de estos Juegos del hambre es de proporciones gargantuescas -. La dirección casi experimental de Gary Ross le vino bien a la primera parte, pero la velocidad aumentada le permiten a Lawrence - quien tiene bajo su cinturón hits como Constantine y I Am Legend - divertirse explorando varios peligros dentro del último acto del film, mientras que el trasfondo político y social abundan en los actos anteriores, creando una sensación de desasosiego in crescendo hasta el fatídico evento del Vasallaje de los Veinticinco.

En Llamas redobla la apuesta y resulta una película de fantasía muy sugerente, con ingredientes interesantes y una calidad avasallante como para sostenerse como una de las más recordadas sagas juveniles. Si la coherencia se mantiene durante el desenlace de la historia de Katniss Everdeen, se puede decir que estamos frente a algo que podrá sostenerse en el tiempo, una revolución que vale la pena esperar.

Calificación: A-

jueves, 14 de noviembre de 2013

El abogado del crimen (The Counselor)

Año: 2013.
Género: Thriller - Drama.
País: Estados Unidos - Reino Unido.
Duración:117 minutos.
Dirección:Ridley Scott.
Intérpretes: Michael Fassbender, Penélope Cruz, Cameron Diaz, Javier Bardem, Brad Pitt, Rosie Perez, Natalie Dormer, Édgar Ramírez, Bruno Ganz, Rubén Blades, Goran Višnjić.

"Un abogado que atraviesa problemas económico se mete en el mundo del narcotráfico cuando acepta actuar como escolta de un cargamento de droga que proviene de la frontera mexicana a los Estados Unidos."

Ni bien termina una película, la situación que normalmente se presenta en una sala de cine es darse vuelta y comentar en una palabra lo que se acaba de ver al compañero de turno. Cuando la escena final de The Counselor llega a su fin y los títulos comienzan, esa palabra, ese excelente ó el malísima tarda en salir, si es que alguna vez sale. Virtualmente inclasificable, el nuevo film de Ridley Scott es un grotesco de situaciones y personajes inexplicables que significa un salto al vacío - para bien o para mal - dentro de la filmografía actual mainstream Hollywoodense. Si hay algo que no se ve seguido, eso es una película experimental con un elenco y guionista de lujo, y eso es lo que representa al final del día The Counselor.

En su primer guión cinematográfico, el escritor Cormac McCarthy demuestra que todavía tiene esa chispa que lo hizo tan reconocido, con una historia sobr eel crimen organizado y las causas y consecuencias de la avaricia, que no escasea en diálogos profundos a veces y hasta estrafalarios en otras. Nada es lo que parece en el mundo McCarthiano, no todo el lineal ni todo está dicho u hecho, y debe ser por eso que la trama resulta difícil a veces de seguir, amén de la calidad de un guión que, como la misma película, tiene momentos que pueden ser considerados piezas invaluables e inolvidables dentro de la memoria cinéfila ó meramente flashes de provocación por el simple hecho de provocar.

The Counselor no es una película de fácil digestión. No es soporífera, pero tampoco es un blockbuster veraniego. No es una película de la saga Saw, pero contiene escenas de violencia explícita, detalle que nadie se imaginaría en un film con los nombres del tamaño de Michael Fassbender, Cameron Diaz o Brad Pitt. No es Shame, pero las conversaciones de índole sexual y las escenas de sexo extremadamente sugerentes tienen lugar durante la mayor parte de la trama. El problema no radica en la trama, sino en como se comportan sus personajes. Los diálogos construídos por McCarthy son antinaturales, netamente expresivos y poco creíbles, rellenos de alegorías y metáforas, y eso se traduce en pantalla, en las personificaciones del elenco.

Dejando de lado las correctas caracterizaciones de Penélope Cruz y Brad Pitt, sorprenden el costado seguro de - recordemos que ganó un Oscar por el escalofriante villano en No Countryo for Old Men, basada en la novela de McCarthy - y la apabullante belleza exótica que compone Diaz con su desalmada y calculadora Malkina, que nunca se clarifica, pero en el guión original era de nacionalidad argentina. Malkina es el personaje mas caricaturesco y explosivo de la película, y genera un contraste interesante entre el declive moral y físico que presenta el Abogado de Fassbender. Ambos cargan la película de diferente manera, Diaz con su conducta pasivo-agresiva, dejandose llevar incluso en las escenas más ridículamente increíbles - la escena del auto, para los anales del cine - y Fassbender con su convincente aplomo y expresividad.

Es extraño ver como la calidad de Scott y su director de fotografía Dariusz Wolski logran sacarle jugo a las diferentes locaciones internacionales en las que se juega el juego criminal, y como esa calidad fílmica se ve enredada por una colección de muchas buenas ideas que no terminan de conectar del todo. Sin lugar a dudas, su calidad fluctuante le permite volar alto y desplomarse completamente, le permiten ser algo que cuando es bueno, es genial, y cuando es malo, un fracaso absoluto, pero es imposible quedarse a medio camino. La sensación que deja al bajarse la cortina es muy palpable, un final frío y manipulador, tan gélido como el personaje de Malkina. The Counselor es la película más extraña de la temporada. Buena suerte con ella.

Calificación: C+

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Cuestión de tiempo (About Time)

Año: 2013.
Género: Comedia romántica.
País: Reino Unido.
Duración: 123 minutos.
Dirección: Richard Curtis.
Intérpretes: Domhnall Gleeson, Rachel McAdams, Billy Nighy, Lydia Wilson, Lindsay Duncan, Tom Hollander, Margot Robbie, Will Merrick, Vanessa Kirby.


"Tim Lake, al igual que el resto de los hombres de su familia, posee el don de viajar en el tiempo. Él no puede cambiar la historia, pero si puede modificar lo que pasa con su propia vida, por lo que decide hacer de éste un mundo mejor y aprovecha este magnífico don para... ¡conseguir una novia!"

Hasta el día de la fecha, About Time es la única película que he visto completa del guionista y ocasional director Richard Curtis. Fragmentos de Love Actually, Nothing Hill y Bridget Jones pululan en mi memoria, pero no tengo la idea sólida de haberlas visto al completo. No soy muy conocido por mi romanticismo, todo lo contrario, pero hay algo de tópico y regular que no me llama la atención de una comedia romántica, algo en el género nunca termina de cerrar. Pero desde los primeros minutos, con la introducción de Tim y su peculiarmente normal familia, me sentí atrapado por la historia de Curtis. Disfrazada con un manto de ciencia ficción, el siempre presente hilo 'chico-conoce-chica' funciona a tantos niveles distintos que parece como si ésta fuese la primera vez que se ve en pantalla una historia de este tipo, tal es la frescura que el director le impone a su deliciosa y entrañable pequeña película.


Trabajar en la pantalla grande con el artificio narrativo de los viajes en el tiempo no siempre funciona como una máquina bien aceitada. Las reglas paradójicas crean agujeros en el tiempo-espacio y sólo muy pocas películas en el pasado han logrado tener una coherencia total de principio a fin. ¿Que puede saber un guionista de comedias románticas sobre viajes en el tiempo? Ésa era mi mayor preocupación a la hora de ver About Time y desde ya desapareció de un soplo cuando las sencillas reglas del viaje temporal aparecen en juego y se arriman tímidas a la vida cotidiana del protagonista, un desgarbado joven que apenas tiene idea de la vida, y mucho menos con respecto a las mujeres.

 El balance entre comedia y romance nunca se desbarajusta, y así el timing cómico del Tim de Domhnall Gleeson lo es todo: sus morisquetas, sus caras de impresión, su porte entre tonto y cariñoso hacen que su encuentro y posterior conquista de la tímida e insegura Mary de la nunca más adorable Rachel McAdams mucho más romántico y gratificante de lo que es. La química entre McAdams y Gleeson es perfecta; una pareja joven en la cúspide de sus vidas sin problemas existenciales, que se aman y se respetan, y nunca generan peleas por el simple hecho de pelear o generar situaciones de telenovela. Su relación es orgánica y el guión no recurre a lugares comunes. Nunca es predecible lo que va a suceder a continuación, y la sorpresa lleva un puntito de gratitud para con Curtis, por no caer en lo obvio y por tener tan en mente la reacción del espectador y encaminarlo por la senda indicada.

 No hay golpes bajos en general, y cuando el costado dramático llega, no abruma sino que transita el camino sinuoso y lagrimal con mucha sutileza. Las moralejas están ahí, imbuidas en cada conversación entre Gleeson y su padre, el genial Bill Nighy, quien con su habitual aplomo se come enteras las escenas en las que aparece. Mucho menos hay que desmerecer al elenco secundario, con buenas interpretaciones cómicas de parte de Tom Hollander como un odioso escritor de obras de teatro ó Joshua McGuire como el inquieto compañero de trabajo del protagonista. Se nota que Curtis es un perfeccionista y está hasta el último detalle en cuanto a los personajes, las escenas, la edición, y el siempre efectivo toque musical, que pide a gritos correr a comprarlo una vez terminada la película. No siempre la combinación final resulta tan bien como se esperaba, pero la película toca cada una de las fibras emocionales en el tiempo y lugar precisos, una bomba de relojería romántica para aplaudir.

Puedo decir ahora que he perdido mi virginidad en el cine de Richard Curtis, y estoy muy contento de que la responsable haya sido About Time, una gema preciosa dentro del género a la que simplemente no se le puede reprochar nada, excepto disfrutarla, apretar los puños, volver en el tiempo, y revivirla con la misma intensidad.

 Calificación: A

miércoles, 30 de octubre de 2013

Carrie (2013)

Año: 2013.
Género: Horror/Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 100 minutos.
Dirección: Kimberly Peirce.
Intérpretes: Chloë Grace Moretz, Julianne Moore, Judy Greer, Gabriella Wilde, Portia Doubleday, Alex Russell, Ansel Elgort.

"Carrie White es una adolescente que posee poderes psíquicos que se manifiestan cuando se siente dominada por la ira. En la escuela sus compañeros la humillan constantemente. Esta situación será insoportable hasta el día del baile de graduación..."

Comparar la Carrie de Kimberly Peirce con la magnífica versión de 1976 de Brian De Palma es injusto, pero en cierto grado es imposible no ponerlas una al lado de la otra e ir pellizcando a la nueva versión por intentar superar lo insuperable. Se siente mezquino igualarla, pero es casi imposible no entrar en el juego y dejarse llevar. Es obvio que acusa su objetivo primordial de introducir a los desconocidos - los más jóvenes - a un personaje insoslayable en la biblografía del autor Stephen King, pero allí donde fracasa estrepitosamente, hay lugares luminosos en donde se nota, no todo está perdido.

La nueva versión - no la llamamos reimaginación porque de detalles reimaginados, poco y nada hay en el film - guionada por el escritor de teatro Roberto Aguirre-Sacasa con un pulido hecho por el guionista de la original de 1976, Lawrence D. Cohen, intenta acercar el icónico personaje de Carrie White a la platea joven, que desconoce la historia de de la nerd más imponente de la litaratura y el cine juntos. ¿Quién no quiso alguna vez los poderes y la oportunidad de vengarse de sus compañeros de curso?  Hasta la fecha, la iteración telekinética más fiel al libro se encuentra en el film para televisión guionado por Bryan Fuller, y aún a ese telefilm le falta sustancia, la historia de King nunca se completa fehacientemente. Carrie se queda a media legua, entre película con novedades para contar, detalles interesantes y revisitados, una moraleja con profundidad y divertimento puro cuando la hora de la verdad llega en la fatídica noche de graduación.

En la actualidad en la que vivimos, en donde el efecto del bullying estudiantil se ha cobrado mas vidas adolescentes que la misma Carrie, uno podría pensar que el guión podría profundizar y reflejar la vida estudiantil de hoy en día, y generar una consciencia colectiva. Lejos está el guión de lograr eso, y en las oportunidades que tiene de lograr eso, simplemente se apega al material fuente, sin matices nuevos, pero si con escenas más shockeantes para sacudir a las nuevas generaciones.

Aunque se sienta como un encargo por parte de las grandes casas productoras, el trabajo de Peirce no se siente disminuido, ni tampoco agrandado. Lejos está de ser uno de sus mejores trabajos, pero su manera de encargarse de una tarea a priori imposible - dar una nueva faceta de una historia que ya tiene en su haber un film clásico y de culto - la hace merecedora de un opus fílmico nada desdeñable, pero completamente innecesario. Su actualización cuenta con un elenco muy solvente, y Peirce saca lo mejor de sus protagonistas. La actitud en clave Patito Feo de Chloë Grace Moretz funciona, y destaca mucho en sus escenas de interacción con la madre terriblemente religiosa y obstinada de Julianne Moore. Humillada por sus compañeros y hasta por un profesor durante su estadía en secundaria, el descubrimiento de Carrie de sus poderes ocurre tempranamente y con mayor fanfarria, con mayores repercusiones y un desenlace en la comentada Noche de Graduación, donde la directora se maneja entre un mar de efectos digitalizados para recrear un momento clave en la historia. Lastima bastante el hecho de que haya tanto efecto CGI, pero es escalofriante lo que Chloe puede lograr, con esa cara tan particular y sus movimientos de manos, cual directora de orquesta macabra.

 Como secundarios, las caras bonitas y los esbeltos cuerpos abundan. Aunque la lacónica Sue Snell de Gabriella Wilde peca de una escasez argumental importante, mientras que la profesora Desjardin de Judy Greer se encuentra muy correcta y fresca, y la villana Chris de Portia Doubleday genera una atracción malsana cada vez que aparece en pantalla. En conjunto, Peirce sacó a lucir al equipo femenino, y la contraparte masculina se queda corta - Alex Russell genera candidez con su Tommy Ross, y Ansel Elgort no tiene la pasta suficiente para Billy Nolan.

El veredicto final de Carrie será el tiempo: ¿Quién recordará esta versión? ¿Será relevante de aquí a unos años? Kimberly Peirce puede estar tranquila, porque dio lo mejor de si con una historia muy conocida, simplista en su génesis que, con franqueza, no pedía a gritos otra vuelta más. Mientras que resulta respetable el resultado, difícilmente sorprende.
 Calificación: B-

jueves, 24 de octubre de 2013

The Bling Ring

  Conocida también como 'Ladrones de la Fama' y 'Adoro la Fama'

Año: 2013.
Género: Policial - Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 90 minutos.
Dirección: Sofia Coppola.
Intérpretes: Israel Broussard, Katie Chang, Taissa Farmiga, Claire Julien, Georgia Rock, Emma Watson, Leslie Mann.


En un mundo obsesionado con la fama como es Los Ángeles, un grupo de adolescentes comete una emocionante e inquietante oleada de robos en las colinas de Hollywood. Inspirada en una historia real, esta banda, fascinada por el glamour, rastreaba por internet a sus blancos famosos y llegó a sustraer de sus casas más de 3 millones de dólares en objetos de lujo. Sus víctimas incluyen a Paris Hilton, Lindsay Lohan, Orlando Bloom y Rachel Bilson, y la banda se hizo conocida en los medios como el Bling Ring.

 El cine de Sofia Coppola no es para todos.
 Los temas que exploran sus películas siempre giran en torno a la frivolidad y a la fama desde diversas ópticas, y muchas veces se la ha acusado de pecar de insulsa, o de poco profunda, más que nada con el caso que nos compete en The Bling Ring. Basada en hechos demasiado reales y muy recientes, el quinto largometraje de la joven directora se ocupa de reflejar una sociedad juvenil a la que poco y nada le importa el progreso, mientras sea una vía fácil al estrellato de los papparazzis, las noches de cócteles en clubes de moda y un reality en el canal E!.

The Bling Ring es un film curioso. Apuntado directamente a una demografía joven específica desde la distribuidora latinoamericana bajo el nombre de Adoro la Fama, la temática puede resultarle muy atractiva a alguien de la misma edad de los protagonistas, pero difícilmente alguien puede elegir estar en sus zapatos. Sin juzgarlos pero sin justificarlos tampoco, Sofía expone una radiografía a la vida de estos chicos ricos con mucho tiempo disponible y muchas ansias de darle una probada a la fama, a como de lugar. Lejos del estilo de una película de robos como Ocean's Eleven, la crónica puede parecer ligera e inverosímil, pero nunca nada más cercano a la verdad. El quinteto necesitó de una buena conexión a Internet y una mínima pizca de sentido común para vulnerar los hogares de estrellas de Hollywood como Paris Hilton, Orlando Bloom y Lindsay Lohan de la manera más estúpida posible, para luego regodearse en el éxito y la fama de segunda mano que obtuvieron tan gratuitamente. La adrenalina de estar usando ropa y joyería de sus ídolos les sirvió como adrenalina para seguir cometiendo hurtos y, cual droga, se dejaron llevar y acabaron en las primeras planas.

Detrás del collage musical y la sucesión de marcas de ropa y accesorios, las autofotografías y las noches en clubes nocturnos se esconden un grupo de chicos muy frágiles, criados en piloto automático: padres ausentes, madres new age y todo lo que el dinero les puede comprar, pero ellos necesitaban más, y lo consiguieron. Tras un grupo de caras mayormente desconocidas y frescas se esconden grandes interpretaciones, ideales para encarnar a cada personaje. Katie Chang es la etérea belleza asiática que mesmeriza la pantalla como la mente maestra detrás de los robos, mientras que el Mark de Israel Broussard es su opuesto masculino, un chico con problemas de sociabilidad y autoestima en busca de una identidad. La revelación viene de la mano de Emma Watson haciendo un giro de 180 grados en su carrera con la vacua y hermosa Nikki, un epítome de estupidez y vanidad al que le es imposible despegar los ojos de encima, tal es la magnitud de su papel.

 Si muchas de las líneas de los jóvenes rayan en la comedia y la parodia, es porque lamentablemente salieron de la boca de los perpetradores y Sofía, apoyada en el artículo para Vanity Fair de Nancy Jo Sales, extrae los mejores/peores ejemplos. Filmada casi como un documental, The Bling Ring tiene un ritmo bastante calmo pero a la vez acelerado, saltando de una escena a la otra sin un ritmo definido, pero dejando llevar la narrativa en manos de los protagonistas. Nunca llega a ponerse pesada, y se toma su tempo justo - 90 minutos de duración - para contar todo lo que tiene que contar. Difícilmente sea lo mejor de Sofia Coppola, pero su manejo de historias no puede dejar de sorprender, incluso luego de terminada la película.

Hay algo dentro de The Bling Ring que magnetiza. No se puede especificar si es la incredulidad frente a los estrafalarios modelos a seguir que idolatran los Ladrones de la Fama ó la sensación escalofriante de ver una juventud perdida, pero la joven Coppola logra atrapar en medio de un drama ligero, pero que resulta demoledor para entender a una generación obsesionada por saber si Lindsay Lohan entró o salió de rehabilitación, o cuándo será la próxima fiesta de Paris Hilton.

 Calificación: A-

viernes, 11 de octubre de 2013

Gravedad (Gravity)

Año: 2013.
Género: Drama - Ciencia Ficción - Thriller.
País: Estados Unidos - Reino Unido.
Duración: 91 minutos.
Dirección: Alfonso Cuarón.
Intérpretes: Sandra Bullock, George Clooney.


"La Dra. Ryan Stone, una brillante técnica en medicina,se encuentra en su primera misión espacial con el astronauta veterano Matt Kowalsky, a cargo de su último vuelo antes de retirarse. No obstante, la caminata espacial, al parecer de rutina, termina en catástrofe: la nave se destruye dejando a Stone y Kowalsky completamente solos y a la deriva girando en la vasta oscuridad.
El silencio ensordecedor les dice que han perdido toda conexión con la Tierra...y toda oportunidad de ser rescatados. Cada bocanada de aire se lleva el poco oxígeno que les queda a medida de que el miedo se transforma en pánico. Sin embargo, el único camino a casa puede ser zambullirse en la aterradora inmensidad del espacio."


A veces siento que las películas de Alfonso Cuarón - amén de la tercera Harry Potter - nunca tuvieron accesibilidad suficiente para con el público, y por consiguiente no revientan la taquilla como deberían. Con Gravedad , sin embargo, creo que finalmente se hará justicia por mano propia, gracias a que el nuevo proyecto del director mexicano es, digamos, lo suficientemente mainstream como para atraer a las masas, y también una joya de la cinematografía moderna que será recordada durante un largo tiempo, además de dejar en claro, cual advertencia, que el cine tiene nuevos estándares para superar.

Amo y señor de los planos secuencia, Cuarón nos regala en los primeros minutos de Gravedad un trayecto de paz sostenida. La misión de reparación de la doctora Stone y el veterano Kowalsky da el puntapié inicial para empezar a conocer a los dos personajes que se verán en toda la película - al resto apenas podemos escucharlo en radiocomunicaciones-. El riesgo inminente de la chatarra espacial a grandes velocidades se hace presente de un momento a otro, y la odisea de Ryan Stone comienza. Es imposible detenerse y tomar una bocanada de aire durante cada uno de los momentos más explosivos de Gravedad. El guión de Cuarón y su hijo Jonás tiene pequeñas válvulas de escape para recuperar el aliento, pero las situaciones que se suceden empujan al límite a la protagonista, y con ella al mismo espectador, indefenso ante la lúgubre infinidad del espacio exterior. No es un film de terror, pero se lo podría considerar tranquilamente si uno le tiene miedo al vacío absoluto.

La tarea de Sandra Bullock es para los libros. Luego de un vapuleado trayecto fílmico, 2013 la encontró pisando territorio firme, primero con la entretenidísima comedia The Heat y ahora con ls contrucción de una Ryan Stone tan humana como vulnerable. El viaje que transita, uno que contiene en su núcleo el verdadero significado de la palabra Supervivencia, es para rememorar durante décadas. La fuerza que transmite, incluso en los momentos más oscuros del film, deja entrever el mejor trabajo en la carrera de una actriz muy querida, quien tiene una fuerte chance para los próximos premios Oscars. Si el personaje de Bullock es la inexperiencia espacial pura, el Matt Kowalsky de George Clooney es la voz de la razón y la calma, un contrapeso ideal que le permite a Bullock contornear los caracteres de su doctora. A pesar del caos silente que se sucede alrededor de ellos, Kowalsky se mantiene alerta y calmado, trasmitiendo comandos en la voz de un gracioso y sensible Clooney.

 Me debo un visionado más en 3D para poder apreciar la profundidad que Alfonso le insertó a su película, pero lo que no se puede soslayar es la fotografía de Emmanuel Lubezki, quien corre con bastante ventaja para llevarse un Oscar en 2014 con su emocionante composición del espacio tan realista como aterradora. ¿Puede ser que haya imágenes que sean hermosas y escalofriantes al mismo tiempo? Al ver Gravedad se darán cuenta de que existen, y que Lubezki y Cuarón lograron plasmarlas en pantalla con un nivel de veracidad inaudito. No por nada captaron la atención de James Cameron, quien dijo que era la mejor película del espacio que se había hecho en la historia. Hasta cierto punto, estoy muy de acuerdo con el tío James.

Debo remarcar también la banda sonora de Steven Price, demoledora por donde se la mire - o escuche, si vamos al caso -, de gran ayuda durante las escenas más tensas o las más sensibles del film.

Muchos podrán quejarse de la simpleza que contiene la trama de Gravedad , pero en base a esa misma austeridad en el guión es que Alfonso Cuarón puede llevar a cabo una bomba de precisión dodne cada pieza encaja a la perfección, sin detenerse más que para expandir el factor humano en la tragedia.
Si de algo podemos estar seguros, es que la serenidad del espacio nunca fue más devastadoramente hermosa y cruel.

Calificación: A

viernes, 27 de septiembre de 2013

La noche de la expiación (The Purge)

 Conocida también como 'La noche de las bestias'

Año: 2013
Género: Thriller/Horror/Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración:  85 minutos.
Dirección: James DeMonaco.
Intérpretes: Ethan Hawke, Lena Headey, Max Burkholder, Adelaide Kane, Edwin Hodge, Rhys Wakefield, Tony Oller, Arija Bareikis.


"Año 2022. En una futura sociedad distópica, el régimen político vigente, llamado Nueva Fundación de los padres de América, ha decidido como medida catárquica implantar la "purga anual", una regla por la que una noche de cada año se puede cometer cualquier crimen, incluyendo asesinatos y violaciones, sin tener que hacer frente a las consecuencias ni responder ante la justicia. Así, cuando las viciadas nuevas reglas del mundo exterior amenacen su casa, los miembros de la familia Sandin verán su vida en peligro, en el transcurso de una terrorífica noche durante la cual todos se verán puestos a prueba para ver hasta dónde son capaces de llegar para protegerse."

Año 2022. Durante una noche el gobierno americano permite a sus ciudadanos cometer cualquier delito punible para que el pueblo desahogue sus ansias homicidas. Doce horas sin ley. Detrás de la atractiva máscara que presenta The Purge se esconde ni mas ni menos que el desperdicio más grande que el género ha tenido en años, en donde un concepto de alto vuelo se ve aplicado a los confines de un barrio cerrado estilo country club, en donde una familia adinerada deberá enfrentarse en carne propia a unos de los males más nocivos generados por su patria renacida.

Las fallas del segundo film del director y guionista James DeMonaco no parecen notarse al comienzo. Presentando a los personajes, el marco situacional que transita el país y los ánimos casi festivos que se viven en las vísperas de La Purga, la narrativa se nota tensa y la crítica social se palpa en el aire. Los ricos que se pueden permitir un sistema de seguridad costoso sobreviven, mientras que los pobres ahí se las arreglan, siendo las principales víctimas de la masacre popular. ¿Cual es el fin entonces? Desde el inicio de esta cuestionable y violenta táctica la tasa criminal ha disminuido y la economía comienza a aflorar. Funciona, dice el personaje de Ethan Hawke, pero para algunos más que para otros.

 Y cuando suena esa alarma escalofriante, dando el pistoletazo de largada a unas doce horas interminables, es cuando la película se le escapa de las manos al director, y el cúmulo de situaciones apiladas una encima de la otra sin mucho concierto y con cierto tufo a moralina se nota, y mucho. Si ochenta minutos de metraje se hacen pesados, poco se puede hacer para remontar vuelo. DeMonaco confunde mucho el suspenso lento, el slow burn con intriga y desesperación, llevando escenas a caminos muertos, aderezada con un poco de tiros, golpes y malas decisiones.

La otra razón para que The Purge pese tanto son los personajes, quienes deciden comportarse como completos idiotas y deambular por toda la casa a oscuras y sin objetivo aparente. Hawke y Lena Headey intentan mantener el barco a flote, aportando diferentes opciones para dimensionalizar a sus personajes, mientras que los retoños familiares - encarnados por Max Burkholder y Adelaide Kane - son los responsables de que uno se agarre la cabeza, agite sus puños a la pantalla y transpasar la pared de celuloide para hacer un poco de justicia por mano propia. Para igualar la balanza, por fuera de la familia tenemos al macabramente correcto Rhys Wakefield como el jefe de la banda que toma prestadas por un rato las máscaras de otro tipo de invasión hogareña, The Strangers, y al refugiado indigente de Edwin Hodge, quien también se presta a jugar a las escondidas en la casa a oscuras.

Rascando las puertas de otra gran crítica social contra la violencia y la muerte sin sentido - la brutal Funny Games de Michael Haneke - The Purge nunca vive a la expectativa que provoca leer su sinopsis. ¿Qué pasa en el mundo exterior? ¿Qué tan caótica es la situación? Por cuestiones de presupuesto, no lo sabemos, pero con la recaudación excesiva lograda y el anuncio de una secuela, esperemos que se puedan corregir algunos errores en esta fallida propuesta.

 Calificación: C

jueves, 26 de septiembre de 2013

Armadas y peligrosas (The Heat)

Año: 2013
Género: Acción/Comedia.
País: Estados Unidos.
Duración:  117 minutos.
Dirección: Paul Feig.
Intérpretes: Sandra Bullock, Melissa McCarthy, Demian Bichir, Marlon Wayans, Michael Rapaport, Michael MacDonald, Dan Bakkedahl, Taran Killam.


"Sarah Ashburn es una arrogante agente del FBI que se verá obligada a trabajar a regañadientes junto a Shannon Mullins, una detective de la policía de Boston, de carácter excéntrico e impulsivo. Las dos mujeres tendrán que aprender a resolver sus grandes diferencias, a compartir sus habilidades y a unir sus fuerzas para conseguir el objetivo que tienen en común: acabar de una vez por todas con un traficante extremadamente peligroso."

Si uno se dedica a mirar lo que dejó la pasada temporada veraniega en Estados Unidos, se dará cuenta de que no hay ninguna película que haya sido estelarizada por una mujer o grupo de mujeres. Ninguna exceptuando a The Heat, una inesperada comedia que en su momento de estreno comercial le hizo frente a tanques como Iron Man 3, Pacific Rim y Despicable Me 2 y salió airosa, siendo festejada por la crítica y por el público. ¿Cual fue el secreto del éxito? Bullock y McCarthy, por supuesto.

El director Paul Feig no es ningun novato en el territorio de la comedia netamente femenina, teniendo bajo el brazo varios capítulos de la serie Nurse Jackie y la bombástica Bridesmaids, que marcó un antes y un después para todo lo que implique un elenco predominantemente femenino en cine. Feig sabe sacarle el jugo a dos talentos innatos como lo son las protagonistas, y si uno pensaba que estaba por ver Miss Simpatía 3 o un spin-off de todo lo que involucre a McCarthy, está muy equivocado.

 La trama es el papel que envuelve el dulce néctar de la comedia disparatada y guarra. Como si fuese una versión estrogenada e igual de violenta que una Arma Mortal, el hilo narrativo nos conduce sin trampas ni artilugios extraños sobre como dos agente de la Ley tan distintas logran unir fuerzas a base de redadas, sospechosos y situaciones variopintas que las irán acercando cada vez más. No hay golpes bajos, ni sentimentalismos absurdos, sino dos mujeres que no son lo que aparentan ser al principio, cada una con una capa más espesa que la otra.

Y, por sobre todo, hay un timing milagroso entre Sandra y Melissa. El humor cáustico y violento de la una contra la correción y la sentatez de la otra colisionan durante 117 minutos, que podrían resultar aplastantes pero se aligeran mucho cuando uno se acostumbra al sinfín de barbaridades que salen de la boca de estas mujeres, cortesía del aceitado y funcional guión de Kate Dippold, a la que se le fue encomendada una secuela debido al rotundo éxito del film.

Sin lugar a dudas un salto en calidad desde la aburrida Identity Thief, The Heat trae a la comediante interior que es Sandra Bullock y la une a la fuerza de la Naturaleza que representa Melissa McCarthy, logrando en el camino un combo superior, un duo que vale la pena seguir de cerca.

 Calificación: B+

 

martes, 10 de septiembre de 2013

Cacería Macabra (You're Next)

Año: 2011.
Género: Horror/Thriller/Comedia.
País: Estados Unidos.
Duración: 94 minutos.
Dirección: Adam Wingard.
Intérpretes: Sharni Wilson, Nicholas Tucci, Wendy Glenn, Aj Bowen, Joe Swanberg, Barbara Crampton, Rob Moran, Margaret Laney, Amy Seinmetz, Ti West, Simon Barrett, Lane Hughes, L.C. Holt.


"Durante una escapada familiar, los Davison serán atacados por un grupo de asesinos sádicos que los acorralarán en su casa de campo. Pero los asesinos encontrarán un gran obstáculo al tratar de aniquilar a Erin, la novia del hijo mayor de la familia, quién esconde un secreto que podría salvarle la vida."

Como ya pasase hace poco con The Conjuring, hay maneras y maneras de encarar un film de terror. Está la básica, la fácil, el rejunte de ideas con un propósito meramente comercial, o la pensada sutilmente, la que busca el homenaje a través de piezas bien encastradas, con originalidad en su narrativa, sin darle mayor peso a las partes de las que se compone. You're Next recae, por supuesto, en la última categoría. Pero hay algo que cautiva, que soprende, que divierte. La dupla de amigos cineastas de Adam Wingard y Simon Garrett vienen construyéndose un nombre propio dentro del género, y la culminación de este trabajo llega en forma de esta invasión hogareña que poco tiene que decir y mucho para mostrar.

Tras haber visto la luz del día dos años después de su presentación oficial en un puñado de festivales en Estados Unidos, cuesta entender cómo se tardó en que una distribuidora compre los derechos para eta pequeña joyita. Hace meses que se vienen escuchando las maravillas que provoca la película en la audiencia y finalmente ha llegado la hora de juzgarla por experiencia personal. You're Next no es mas ni menos que una sólida película que busca sacarle una sonrisa al público. Con su historia familiar, que se presenta en una ominosa e incómoda escena inicial, es un ataque constante y sin miramientos por parte de los asesinos enmascarados - muy en boga últimamente desde The Strangers y la reciente The Purge - hacia el festejo de aniversario de los Davison. Entre cruces personales entre hermanos y comentarios acerca de la nueva y jovencísima novia del frustrado profesor Crispian, la jubilosa familia se verá en aprietos rápidamente, cuendo un flechazo a través de la ventana acabe con las festividades pertinentes.

 Los pocos minutos que transcurren entre la escena inicial y el incidente les bastan a Wingard y compañía para establecer un poco de personalidad a los protagonistas, para jugar con las convenciones de la celosía familiar y la fraternidad framentada de cada uno de los cuatro hermanos del clan. El resto del metraje es el ataque y posterior defensa de aquellos que hayan logrado resistir los angustiosos embates del enemigo. El espectador avezado intentará anticipar cada movimiento tanto de los sobrevivientes como de los asaltantes, pero no todo es tan simple como parece. El guión de Simon Barrett juega con todas las cláusulas del género y las revierte a su antojo, trabajando en un registro metareferencial como ya lo hizo en su momento la fabulosa Scream. Lo que uno espera no siempre se cumplirá, y las sorpresas que se suscitan momento a momento son la clave para disfrutar de la propuesta.

No sólo You're Next es un tenso trabajo de horror - que peca demasiado a veces de una cámara agitada para provocar una sensación de caos que no necesita - sino que poco a poco deja entrever un sentido del humor negro y bastante seco que amerita complicidad con el público. Claramente los creadores saben lo que quieren transmitir, y la conciencia de todo lo que sucede se nota, llegando a los extremos pero nunca cayendo en la parodia. Con una banda de sonido muy evocativa a los films de horror de los años '70 y '80, sumado a la intromisiva repetición de Looking For The Magic de The Dwight Twilley Band, los cuerpos se irán apilando y el verdadero propósito de los enmascarados se develará en medio de un baño de sangre que involucra todo tipo de utensilios caseros.

 La sorpresa final viene de la mano de la explosiva Erin de Sharni Wilson, quien se hace cargo de la situación jugándoles un paso adelante a los asesinos a medida que exploramos su impresionante pasado, en una de las revelaciones más interesantes que nos dio el género en años. Su eclipsante acento australiano hace que se la quiera desde el minuto uno, y con hacha en mano, ya está todo dicho. Si querían crear un ícono femenino mala leche, lo han logrado, caballeros. El resto del elenco orbita alrededor de la potencia magnética de Sharni; todos son amigos que han trabajado aquí y allá juntos en otras producciones, han crecido juntos en el ambiente, y su reunión familiar se logra entrever a través de la pantalla grande. La mención especial se la llevan Joe Swanberg como Drake, el más quejoso de los hermanos, y AJ Bowen como Crispian, el novio de Erin, ambos con una química de hermanos que se siente y mucho.

You're Next no reinventa la rueda, no es original, pero su brutal fuerza anímica y la acidez de su comedia, combinados con el acotado coste de producción al mínimo y explorado al máximo, hacen de ella un espectáculo del cual el género del horror podría estar orgulloso.

 Calificación: A-