Blackout

Año: 2007.
Género: Suspenso.
País: Estados Unidos.
Duración: 85 minutos.
Dirección: Rigoberto Castañeda.
Intérpretes: Amber Tamblyn, Aidan Gillen, Armie Hammer.

"Claudia, Karl y Tommy son tres extraños viviendo en el mismo edificio que por obra del destino se entrecruzan en el ascensor, que sufre una grave avería mientras asciende. Todos tienen razones de peso para estar en otra parte, pero con un fin de semana por delante encerrados, las personalidades de estos tres individuos no tardarán en entrechocar; mientras el tiempo corre, la situación se irá tensionando hasta que uno de ellos revele su sed de sangre, sed que calmará con la muerte de sus desafortunados acompañantes."

Normalmente es muy jugado hacer una película en locaciones tan limitadas; la acción debe estar bien dosificada, los momentos tensos deben estar bien encastrados en la trama y por sobre todas las cosas, el guión es el punto en donde toda la película se apoya, y debe ser extremadamente cuidadoso, detallista e intenso como para que el espectador no pierda el ritmo. 'Blackout' tiene bastante y poco de eso, pero aún así se equilibra bastante.

A muchos se le vendrá a la cabeza el rotundo éxito de 'Enlace Mortal (Phone Booth)', en donde Colin Farrell luchaba por su vida dentro de una cabina de teléfono. En esta ocasión, uno de los mayores miedos que pueden acaecer dentro de un edificio se hace realidad para estas tres desafortunadas personas. Básicamente hay una pequeña historia previa en donde se presentan estos tres personajes: Claudia (Amber Tamblyn, 'El Grito 2') se encuentra en el hospital velando por su abuela, Karl (Aidan Gillen) aún padece el fallecimiento de su esposa y parece no encontrar un rumbo a su vida, y Karl (Armie Hammer) que tiene una vida conflictuada con su novia. Una vez dentro del ascensor averiado, las historias de estos tres sujetos se irán revelando poco a poco mediante flashbacks que relatan el porqué de sus razones para estar fuera de la desesperante situación cuando antes.
Y por supuesto también está el dato de que uno de ellos es un asesino que boga por salir a como dé lugar de ahí.


La historia es bastante sencilla y básica, por lo que problemas para seguirla no surgen. El diálogo que sucede ente estas tres personas es bastante trivial por momentos, y en otros se intensifica lo suficiente como para tener al espectador en vilo. Tal vez si sus problemas hubieran estado más identificados, o se les hubiera puesto más inconvenientes entre medio el conflicto hubiera sido más potente, porque se nota (en algunos momentos nada más) que el guión flaquea en ese sentido, aunque luego retome fuerza poco a poco. El tiempo que pasan los personajes dentro del ascensor se ve magistralmente demostrado por una placa que anuncia que hora és y hace cuanto tiempo están ahí adentro, pero la involución de las mentes encerradas no parece cambiar (tanto).

Teniendo en cuenta que además del guión debe haber buenas actuaciones que resalten actitud y esmero, los actores están bastante bien: Amber Tamblyn hace un correctísimo trabajo (como siempre, creo) y sus dotes actorales asombran cada día más; Aidan Gillen tiene sus altibajos, ya que al principio no está bien definido su carácter y parece pobre en comparación con los otros, pero llegando al final demuestra una veta actoral muy interesante. Con respecto al tercer protagonista (Armie Hammer), esta ahí para hacer de chico malo (y uno francamente bueno).


El mexicano Rigoberto Castañeda (Km. 31) dirige con sutileza y con bastante conformidad esta film que es su entrada a Hollywood, tal vez por la puerta chica, pero no por eso menos agorera. La película tiene una escenas muy bien desarrolladas (sobre todo por lo claustrofóbico del lugar) pero también por lo ingeniosas (esas tomas por entre los pisos, en donde la cámara se 'desliza' por entre las aberturas es fascinante).
Se notó también que el presupuesto otorgado fue bien utilizado, ya que los efectos 'apenas' se notan, están bien dispersos y por sobre todo, conformaron un buen final, bien estruendoso.


'Blackout' tal vez no sea una obra maestra, ni tampoco se convertirá en una película de culto, simplemente es un divertimiento en envase chico que tal vez haya pasado demasiado desapercibida, lo cual no siginifica que sea mala, sino todo lo contrario: es una película bastante efectiva para una tarde de lluvia.

Calificación: B-.