Me resultó curioso ver como, para el final de la primera temporada de 'True Blood', Alan Ball decidió introducir como cliffhanger el literal comienzo de esta segunda novela; es curioso, porque se lo deja a uno con la miel en la boca y debes esperar para ver lo que sigue.
En otras cuentas, la relación entre Sookie, nuestra telépata camarera favorita, y Bill, el vampiro sureño, sigue viento en popa, y el asesinato de su amigo cocinero en el Merlotte (tranquilos fanáticos del personaje, en la serie, ese mundo parelelo pero tan catódico a este, Lafayette no muere) estremece nuevamente a Bon Temps, luego de dos semanas de tranquilidad (recuerden los sucesos del anterior libro). Sookie entonces, se propone averiguar quién ha asesinado a su amigo a sangre fría, leyendo los pensamientos de los clientes del bar. Mientras tanto, Sookie es solicitada por Eric, pero en el camino es atacada por una criatura en el bosque, con un extraño mensaje dirigido a Eric. Corridas van, corridas vienen, Sookie y Bill terminan en Dallas para averiguar el paradero de un vampiro antiquísimo que ha desaparecido misteriosamente.
Es entonces que tenemos tres aspectos importantes para resaltar en la trama: la muerte de Lafayette, la aparición de la criatura y el mensaje, y la desaparición del vampiro. Por momentos me decepcioné bastante al ver que dos aspectos de la trama se desvanecían para darle cabida a otro, el que ocurre en Dallas, aunque el surgimiento de la Comunidad del Sol es hilarante en su extrema convicción (que causará más de un problema y varias situaciones incómodas). Conocemos también a otro clan de vampiros, donde Sookie (y el lector) aprende de cómo comportarse ante un vampiro, y la escala social que estos tienen.
No voy a decir que la acción y el suspenso faltan, porque la verdad es que sobran; si pensaron que Sookie la pasaba mal en el primer libro, se equivocaban, acá la pasa peor! Por un momento, la acción y las correrías son tantas que me perdí y tuve que enrumbarme de nuevo, fue algo muy caótico. Lo bueno de todo es que Charlaine sigue con su humor a tono, encontrando los momentos adecuados para hacerle saltar una sonrisa o, porqué no, una carcajada a lector ( ha pasado con un familiar mío).
La relación entre Sookie y su vampiro especial sigue creciendo como cualquier relación: tienen roces, se aman con pasión por momentos, e incluso tienen que lidiar con la intromisión del vampiro Eric, que desea a Sookie fervientemente (y, palabras de este servidor, no le molestaría que la tomase, jejeje) He descubierto que Eric me resulta más estimulantes que Bill...
El punto más bajo, como mencionaba antes, es que se le da más importancia a una trama que a otra, es es recién en los últimos capítulo que se retoma la muerte en Bom Temps y la sangapurria (gracias a Sir Laguna por este nueva palabra en mi léxico) que se arma en un momento con los 'ciertos' habitantes del pueblo. Ese final me pareció no exagerado, sino apresurado, como para cerrar de una vez con el misterio, por lo menos en este libro.
'Corazones Muertos' es un paso adelante en la trama, pero medio paso hacia atrás en diversión, aunque contenga mucha acción, humor negro y romance. Por suerte, Harris se mejoró (y mucho) con su siguiente, 'El Club de los Muertos'.
Calificación: Bueno.
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