lunes, 28 de febrero de 2011

El Cisne Negro (Black Swan)

 Año: 2010
Género: Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 108 minutos.
Dirección: Darren Aronofsky.
Intérpretes: Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Barbara Hershey, Winona Ryder.

"Nina Sayers es bailarina en una compañía de ballet de la ciudad de Nueva York cuya vida, como todos los de su profesión, se consume totalmente con la danza. Ella vive con su obsesiva madre, la ex bailarina Erica, que ejerce un control asfixiante sobre ella. Cuando el director artístico de Thomas Leroy, su profesor, decide sustituir a la bailarina Beth MacIntyre para la producción de la apertura de su nueva temporada, Lago de los Cisnes, Nina es su primera opción. Pero Nina tiene competencia: una nueva bailarína, Lily, que impresiona Leroy también.

El Lago de los Cisnes requiere una bailarina que puede interpretar tanto el Cisne Blanco con la inocencia y la gracia necesarias, y el Cisne Negro, que representa la astucia y sensualidad. Nina se ajusta al papel del cisne blanco perfectamente, pero Lily es la personificación del Cisne Negro. Mientras las dos jóvenes bailarinas amplian su rivalidad en una amistad trenzada, Nina empieza a estar más en contacto con su lado oscuro, una imprudencia que amenaza con destruirla." 

Todos apuntamos a la perfección en algún momento, en algún aspecto, de nuestras vidas. Ese camino inmaculado al que se aspira viene con más de un inconveniente en el transcurso, y la mayor parte de todos estos problemas reside, sin embargo, en la lucha interior de cada uno, la lucha contra esa otra parte de la dualidad encerrada, oscura, siniestra y malvada, en lo profundo del subconsciente que muchas veces forcejea por salir a flote y a la luz.

Esta dualidad, tan clara y visible como si de blanco y negro se tratase, es lo que plantea El Cisne Negro, espeluznante a la vez que bella intromisión al mundo del ballet clásico y la feroz competencia que genera el ambiente en las personas que lo circundan.

Nina Sayers es una persona que bien podría ser la vecina de al lado, o una prima tímida. No hay una gran sorpresa en el personaje arquetípico en sí, sino en los diferentes matices que se crean alrededor de ella. Nina ya está grande, todavía vive con su madre, una frustrada bailarina que vive sus sueños de superación a través de su hija (una puntillosamente escalofriante Barbara Hershey) y tiene una personalidad por demás infantil, o al menos así lo refleja su habitación llena de peluches y con todo el decorado en tonos blancos y rosa pastel. No tiene a nadie más en el mundo, sólo ella y su madre, y la pasión por el ballet, claro.

 Pero cuando se presenta la oportunidad única de darle un giro a su vida de 180°, Nina irá poco a poco alternando su modo de percibir la vía, salirse de la senda correcta en la que caminó toda su vida y conseguir el papel de la Reina Cisne en el espectáculo del Lago de los Cisnes, tarea que presentará una dualidad importante e interesante en ella ya que debe jugar dos papeles, tan diferentes y sencillos como el día y la noche, pero de una compeljidad y perfección por un lado, tanto como una descuidada seductividad por el otro. Con más de un enemigo en su contra, Nina pronto entra en una vorágine de destrucción mental aguda, un recorrido que Darren Aronofksy toca con una maestría impecable como si de fuera una sonata.

De más está decir que el rol de Natalie Portman es la pieza fundamental para el lucimiento de la trama; no hay otra persona que encaje en el papel que no sea Natalie, un papel por el que todo el esfuerzo y práctica han rendido sus frutos y nos entrega una actuación memorable, colosal, de hierro, que no será olvidada en unos cuantos años. El descenso al infierno mental que sea crea a sí mismo el personaje de Nina es exhaustivo, triste y tan melancólico como el mismo cisne y le calza perfecto como vehículo de lucimiento a una Natalie Portman que no creo se anime a un papel tan difícil y vicioso en mucho tiempo.

 El elenco que la acompaña no es para menos; ya nombré más arriba a Barbara Hershey, así que me toca ahora Mila Kunis, una belleza que hasta ahora no había demostrado tanto potencial como en El Cisne Negro: su papel nunca queda delimitado específicamente (no sabemos hasta que punto es buena y/ó mala) pero robarle ciertas escenas a la Portman justifican totalmente su papel y es una sorpresa no verla nominada como Actriz de Reparto. Por otra parte, Vincent Cassel juega un rol no muy arriesgado como el mujeriego profesor de danzas (no por eso malo); si sorprende el raudo regreso que está tomando Winona Ryder al cine tras su tropiezo con la cleptomanía. Ha vuelto, ¡y en que forma!

A no creerse que la historia es para chuparse los dedos: el guión, una vez que se decanta al tiempo de ver la película, se nota normal y no tan grandioso como uno lo piensa. Lo que hace grande a El Cisne Negro es el tratamiento de Aronofsky. Multitud de ángulos, cámaras tan invasivas y cercanas al elenco como desesperantes, un juego de simbología en los espejos y la gama de colores y una dedidación morbosa ribeteada de toques psicosexuales lograron mezclarse furtivamente en algunos momentos, y amenazantes en otros en el tenaz mundo del ballet, tan hermoso y perturbador que por poco y salgo girando y en puntas de pie de la sala de proyección. Así de inspiradora es la película.

Durante todo el trayecto, la música de Clint Mansell (otra gran ausencia en los Oscars) delinea sutilmente la película, bordeando los tonos del mejor thriller psicológico con una potencia avasalladora.

Black Swan es una oda perturbada al mundo del ballet y también una alerta sobre los excesos de perseguir la perfección a toda costa, sin miramientos para con la vida propia. Con una actuación memorable y bien merecida con el Oscar de Natalie Portman, Black Swan es una película para reflexionar y adorar. Fue perfecto.


Calificación: A

sábado, 26 de febrero de 2011

127 Horas (127 Hours)

Año: 2010
Género: Drama.
País: Estados Unidos - Reino Unido.
Duración: 94 minutos.
Dirección: Danny Boyle.
Intérpretes: James Franco, Kate Mara, Amber Tamblyn, Treat Williams, Clémence Poésy, Lizzy Kaplan.

"127 horas es la verdadera historia del alpinista Aron Ralston, una extraordinaria aventura de supervivencia donde el protagonista debe salvarse a sí mismo después de que una piedra se estrellase contra su brazo atrapándole en un cañón aislado de Utah. Durante los próximos cinco días Ralston examina su vida y sobrevive a las adversidades para descubrir finalmente que tiene el coraje y los medios suficientes para liberarse a sí mismo. A través de su recorrido, Aron recuerda amigos, amantes a su familia, y a las dos jóvenes que conoció antes de su accidente. ¿Serán ellas las dos últimas personas que conocerá en su vida?"

Poco y nada puede reprochársele a Danny Boyle. El tipo es técnicamente un camaleón, y toda película que hace se diferencia enormemente una de la otra: hizo drama, comedia, acción, suspenso, ciencia ficción, terror, todo. Es un hombre orquesta y (casi) todos sus trabajos tienen una calidad impresionante. Es uno de los directores más versátiles que conozco. Ahora, admito que por razones inexplables no vi Slumdog Millionaire, aunque la propuesta me parecía de lejos un poco sobrevalorada.

 Con 127 Horas, Danny me voló la cabeza. Sencillamente, es un viaje de ida a través de una historia potentísima de hasta a dónde llegan las fuerzas del ser humano con tal de sobrevivir, el espíritu de la supervivencia expuesto a las condiciones más nocivas.

Valiéndose del carismático James Franco al frente de toda su película, el director nos arrastra en el viaje del intrépido Aron Ralston, un montañista temerario en su viaje exploratorio en el Gran cañon queda atrapado por una gran roca. Hasta el momento en el que estalla toda la crisis, lo mejor que hace Boyle es construir el personaje de Aron Ralston: es charlatán, divertido, gracioso, activo, extrovertido, y el encuentro con dos montañistas, Kristi y Megan es un gran prólogo... hasta que llega la tragedia, y con ella, los títulos de crédito, nunca mejor colocados, y de un modo totalmente significativo.

A quince minutos de comenzar la película, es ahora en donde 127 Horas se convierte en el show de James Franco; hasta hoy, nunca había tenido en cuenta todo el potencial de James, y acá demuestra que no es sólo una cara bonita y la nominación al Oscar bien está justificada. Es sorprendente todas las facetas de Franco, cómo genera empatía con el espectador, así con cada minuto que pasa, la situación es desesperante a más no poder, y sólo con él al frente es el principal aliciente de esta propuesta. Y con el final, admito que me lloré la vida - la combinación de todos los elementos y momentos que venía presentando el film me dieron justo en el lugar indicado.

Me sería fatal olvidarme de los otros personajes, que aparecen durante el viaje de Aron (en este caso, Kate Mara y Amber Tamblyn, ambas adorables) y en los flashbacks y alucinaciones/remembranzas de Aron: la hermosa Clemence Poésy (yep, la Fleur Delacour de Harry Potter), la pequeña participación de Lizzy Kaplan como la hermana de Aron, o el eterno secundario de Treat Williams como el padre de Aron. Buen elenco.

Algo de lo que me di cuenta mirando 127 Horas es la incesante y velocísima dirección de Danny; este señor es fanático de jugar con los ángulos y le saca tanto pero tanto jugo a las locaciones que en ningún momento llega a aburrirte con su dirección. Es rápida, meticulosa al extremo y muy atractiva. Algo que le funciona a su favor es la edición de Jon Harris (magnífico editor, pésimo director - su primera y única película al momento es la fea The Descent: Part II) con cortes aquí y allá, muy MTV. Exhorbitante el trabajo en conjunto.

 El otro tema es la música. Odié a A.R. Rahman con la música de Slumdog Millionaire y el feo tema 'Jai Ho', que considero horrible y encima nos lo machacaron una y otra vez; acá, me encantó la música que hizo! Muy penetrante, incipiente, y con un soundtrack agregado muy interesante y, en ciertos momentos, irónico. También, el tema 'If I rise' con Dido te llega al corazón.

127 Horas es una gran historia de vida y superación, con la duración justa para no aburrir, una actuación memorable de parte de James Franco y una dirección elogiable de Danny Boyle. El blanco perfecto para los Oscars este año.


Calificación: A-

viernes, 25 de febrero de 2011

La Niebla


"En La niebla, un supermercado se convierte en último bastión de la humanidad al invadir la tierra un enemigo inimaginable... En los desvanes hay cosas que conviene dejar tranquilas, cosas como El mono... La más soberbia conductora del mundo le ofrece a un hombre El atajo de la señora Todd, para llegar antes al paraíso..."

Si La Niebla no hubiera sido publicada diecinueve años antes que Silent Hill, diría que Stephen King se inspiró fuertemente en el juego, pero ha sido al revés. En la primera y más larga historia en la colecció de cuentos Skeleton Crew (vilmente dividida en cuatro partes en países hispanoparlantes) un pueblo se ve sometido inesperadamente a una niebla espesa que guarda más de uns desagradable sorpresa, y de todo tamaño, color y forma que se pueda imaginar. Quienes hayan visto la maravillosa adaptación en 2007 (mi reseña esta acá) podrán hacerse una gran y concreta idea de la novela; la ser una historia corta, o nouvelle, la pudieron adaptar en su totalidad sin dejarse nada en el camino. Si podrán encontrar una gran diferencia entre los finales de la novela y la película. Muchos sabrán que la película tiene un final fuertísimo y muy escandaloso (no lo voy a decir acá) pero la novela encara otro lado más amable, menos siniestro peor aún así, turbio y oscuro. Todos esos monstruos que aparecen fueron reflejados fielmente en la película, inclusive el atemorizante y a la vez hermoso Seis Patas.
 Una pequeña gran joya de parte de Stephen.

La siguiente historia es El Mono, en la cual un simpático peluche en forma de mono con platillos es el portador de malas noticias cada vez que sus platitos se entrechocan; y no sólo es, también tiene la manía de regresar una y otra vez a la vida de su dueño, por más que éste se encargue de sacárselo de encima una y otra vez, consciente de que si los platos suenan, alquien cercano a él morirá... y ahora que tiene una esposa y dos hijos, el miedo se vuelve más real. Durante gran parte de la historia, es todo medio aburrido y cansador de que el peluche malévolo vuelva siempre, y sólo el final es adictivo por la imprevisibilidad de la situación, aunque es el final que esperaba, sobre todo teniendo en cuenta la manía perversa de terminar sus historias el tío King.

Inesperadamente, la historia que más me gustó de esta libro fue El Atajo de la Señora Todd, el en cual una maniática al volante (en el buen sentido de ser maniática) decide encontrar atajos de una ciudad a otra sin usar la autopista, utilizando caminos secundarios para ahorrar kilómetros y, así, tiempo. Seriamente, no quiero contarles más porque es maravillosa la manera en la cual se desenvuelve la historia y los atajos de Ophelia Todd, cada vez más cortos... por una razón. La vuelta de tuerca involucra fantasía, obviamente, pero es francamente maravilloso este toque fantástico, las consecuencias que les trae a Ophelia y Homer, su acompañante de turno, así como también el final, simplemente maravilloso.

La Niebla me resultó muy bueno, tanto como la película, pero El Mono me defraudó un poco, aunque todo termina de maravillas en El Atajo de la Señora Todd, francamente fascinante, corto y estupendo. Veremos después como evoluciona todo este conjunto de historias de Stephen. Por ahora, es una buena trifecta de historias para leer.

Calificación: Muy Buena

sábado, 19 de febrero de 2011

Lazos de Sangre (Winter's Bone)

Año: 2010
Género: Drama/Suspenso.
País: Estados Unidos
Duración: 100 minutos.
Dirección: Debra Granik.
Intérpretes: Jennifer Lawrence, John Hawkes, Garrett Dillahunt, Lauren Sweetner.

"A los 17 años de edad, Ree Dolly se propone encontrar a su padre, quien puso su casa para asegurar su fianza para luego desaparecer sin rastro. Debiendo enfrentar el riesgo de llegar a perder su hogar y embarcandose en los bosques Ozark, Ree desafía el proscrito código de silencio de sus parientes y arriesga su vida para salvar a su familia. Ella batalla a través de mentiras, evasiones y amenazas planteadas por sus parientes, para comenzar a reconstruir la verdad."

Es una fija de Hollywood: mientras más sufrido sea el personaje, más chances tiene su protagonista/actriz de ser elegida para el máximo galardón del cine. Lazos de Sangre no le escapa a esta regla y, aunque es un producto ligeramente sobrevalorado por la Academia, realmente le escapa maravillosamente a los convencionalismos estandarizados de antaño para mostrar la cara oculta de una potencia mundial como lo es Estados Unidos.

Antes de empezar el viaje, el tour de force que le depara a Ree Dolly en esta película, hay una advertencia: empezar a ver la película con la mente abierta y bien descansado, porque este viaje no es para todos, y menos para una mente impaciente. Están avisados.

Con un presupuesto ínfimo, la directora Debra Granik construyó una aparente historia mínima en un cuento de suspenso que, en su estructura, es el de siempre, pero lo dotó de personalidad propia, con personajes de carácter fuerte y poco comunes, en un ambiente hostil y frío, tan cruel como puede resultar frío un invierno en las montañas Ozark, en Missouri.

En este ambiente tan cerrado y negativo, la joven Ree Dolly se hace cargo de dos hermanos menores y su madre, quien la mayor parte del tiempo se encuentra medicada. ¿Su padre? bien, gracias, desaparecido y sin ningún rastro de su paradero. Ree tiene sueños, quiere entrar a la milicia, pero sin nadie a quien recurrir para cuidar de su familia, debe hacer a un lado sus añoranzas y darle sustento a su familia. Esto es, hasta que se entera que su padre ha pagado su fianza dando su casa como garantía, y si no se presenta en la Corte, lo perderán todo. Ni su propia sangre la quiere ayudar, porque el padre, Jessup, andaba en negocios turbios, y por eso la propia Ree saldrá a buscar a su padre cueste lo que cueste.

En un principio, empezaba a cuestionarme que tan justificada estaba la nominación a Mejor Actriz que pesa sobre la joven y hermosa Jennifer Lawrence, quien durante la primera media hora no pasaba de ser una cara bonita con un acento, pero a medida que se va intensificando el relato y todo lo que le va sucediendo a Ree, entiendo como se llegó a esa conclusión: es demasiado peso por sobre lo que tiene que pasar esta joven, demasiadas cosas restan sobre sus hombros, y el hecho de que nada augure un final esperanzador hace que uno sufra más a medida que la verdad comienza a revelarse.

Y no es sólo ella la única joya entre tanto barro: los personajes secundarios son todos maravillosos, ya que la directora decidió usar vecinos locales para conformar el elenco, y todos tienen una naturalidad pasmosa e intimidan por igual, ya sea por separado o en conjunto. Algunas grandes estrellas de la Meca deberían inspirarse en estas personas, ya que actúan como en la vida cotidiana (al menos un poco, no tanto) y son naturales.  Hay algunas caras conocidas, como Garret Dillahunt como el Sheriff de la zona, pero el secundario más explosivo es el de John Hawkes como Teardrop, el tío de Ree, quien en un principio parecía un villano pero termina siendo de gran importancia y ayuda para la joven. Hawkes también está nominado al Oscar, y admiro el viaje de su personaje también.

Otro personaje clave en esta historia son los escenarios y como Debra Granik supo sacar lo mejor de ellos: la probreza extrema que exhuda el lugar de residencia de Ree y su familia habla por sí solo - todo es frío y triste, el cielo está siempre gris, la gente tiene el mismo ánimo que el clima, y ninguno confía en ninguno. Toda Lazos de Sangre transpira crudeza, y este mismo todo de crudeza sigue hasta el final.

Aunque, todo hay que decirlo, la hora y media de duración puede sentirse como plomo, ya que la película tiene de poco a cero ritmo, es muy pausada y puede disuadir hasta al más rudo y aguantador cinéfilo, pero al fin y al cabo vale la pena ver la historia terminar y descubrir que entre tanto dolor hay un dejo de luz y esperanza si uno perservera en su cometido.

Lazos de Sangre es una historia cruenta y dura, pero con un personaje principal maravilloso como lo es el de Ree Dolly, en una interpretación magnífica de Jennifer Lawrence. Tiene muy pocas chances en la entrega de los Oscars, pero no por eso deja de ser una gran película digna de comentarse.


Calificación: B+

jueves, 10 de febrero de 2011

Regresan los mutantes: primer trailer de X-Men: First Class

 Tengo que decir que, inclusive la tibia pero entretenida tercera entrega, me encanta la saga X-Men. Esa aberración a la historia que significó X-Men Origins: Wolverine nunca me gustó ni tuvo razón de ser (también, nunca la ví entera) 
Y ahora, la Fox nos tenía a todos cautelosos con la precuela de esta   historia de mutantes dirigida por Matthew Vaughn (director de las geniales Stardust y Kick-Ass), quien alguna vez estaba en tratativas para dirigir la tercera entrega. Hoy fue el día en el que pudimos ver el primer avance, que en toda su gloria podrán ver más adelante el post.

"X-Men: First Class cuenta los épicos comienzos de la saga X-Men, revelando una historia secreta de famosos eventos globales. Antes de que los mutantes se hayan revelado frente al mundo, y mucho antes de que Charles Xavier y Erick Lehnsherr tomaran los nombres de Profesor X y Magneto, ellos eran dos jóvenes descubriendo sus poderes por primera vez.   Contario a ser archienemigos, fueron primero amigos íntimos, trabajando juntos con otros mutantes (algunos familiares, otros nuevos) para prevenir un armagedón nuclear durante los años 60. En el proceso, una grave ruptura se presentó entre ellos, la cual comenzó la eterna batalla entre la Hermandad de Magneto y los Hombres X del Profesor Xavier."

Impresiones del trailer: ¡WOW y más WOW! No puedo creer que este año vuelvan los mutantes ¡y de qué forma! Unos Charles Xavier y un Magneto jovencísimos pero no por eso menos poderosos, ¡Bestia y Mystique jóvenes! El padre de Nightcrawler, Azazel (acabo de googlearlo) en todo su esplendor de desaparición rojo, el hermano de Cyclops y otros nuevos personajes.
 Y la acción no es para menos, esa toma final de Magneto levantando un submarino desde el océano hace que tood luzca perfecto... y si hablamos de perfección, tenemos que hablar de los trajes amarillos y azules: parecía ilógico que se adaptaran estos trajes desde la serie de dibujos a la pantalla grand, pero luces espectaculares en el avance, y espero que todos lo vistan porque es un toque totalmente nostálgico. ¡Ahí tenés Wolverine!

El elenco de First Class se compone James McAvoy, Michael Fassbender, Rose Byrne, January Jones, Kevin Bacon, Jennifer Lawrence (nominada al Oscar 2011 por Winter's Bone), Zoë Kravitz (¡sí, la hija de Lenny!), Jason Flemyng, Nicholas Hoult, Lucas Till y Oliver Platt.

X-Men: First Class se estrena el 3 de Junio.

 

Nivel de expectativa: 9

domingo, 6 de febrero de 2011

La Casa Muda

Año: 2010.
Género: Horror.
País: Uruguay.
Duración: 82 minutos.
Dirección: Gustavo Hernandez.
Intérpretes:Florencia Colucci,Gustavo Alonso, Abel Tripaldi.


 Laura y su padre Wilson se internan en una lejana casona de campo para reacondicionarla, ya que su dueño Nestor muy pronto la tendrá en venta. Ellos pasarán la noche allí, para comenzar los trabajos al día siguiente.
Todo transcurre con normalidad hasta que Laura escucha un ruido que proviene de afuera y se intensifica en el piso superior de la casona. Wilson sube a inspeccionar meintras ella se queda sola abajo esperando a su padre..."

Tal vez tenga que comenzar diciendo que muy pocas veces Latinoamérica tiene algo que ofrecer en materia de miedo, ya que el monopolio lo tienen Estados Unidos y países europeos como España, Francia y hasta Suecia en menor medida. La cuestión es que Uruguay salió con los botines de punta a pelearle el puesto a las grandes potencias, y La Casa Muda tiene la fuerza suficiente hasta para imponerse a ciertos tanques, y hasta incluso ya hay una remake norteamericana del mismo equipo que nos trajo Mar Abierto. Ya con ese prontuario, algo está pasando que arme tanto revuelo.
 Otro claro ejemplo de la ola de horror latina es la argentina Sudor Frío, una nueva película que gira en torno a las convenciones slasher más convencionales del género, a diferencia del misterio suscitado en La Casa Muda y la peculiar forma en la que fue filmada.

La gran premisa de La Casa Muda gira en torno a una chica y su padre que se alojan en el medio de la nada para reacondicionar su casa; poco tiempo después, al filo entre el crepúsculo y la noche, ella, Laura, escucha ruidos afuera. Momentos después, en el piso superior de la casa. Su padre no le cree, pero se interna en la casa a investigar, tan sólo para desaparecer. Éste es sólo el comienzo de la historia, una historia muy bien construída desde la sobriedad del presupuesto, los desconocidos actores y la puesta en escena, un arriesgado plano secuencia setenta minutos.

Como cuento de terror, La Casa Muda funciona terriblemente bien durante el comienzo, cuando el padre y su hija llegan a la casa, se acomodan y comienzan a escuchar los ruidos; la escalada de horrores continúa hacia la mitad y casi minutos finales del film, en momentos increíblemente bien orquestados que son más bien un golpe bastante duro a la psique del espectador: llegan rápido, pegan fuerte, y se desaparecen al instante, dejando el aire más enrarecido y tenebroso que momentos antes. En este punto, el departamento de sonido juega el papel más importante de la película, con una música muy espeluznante y efectiva acompañando cada paso de Laura en la casa aparentemente sin salida.

Toda esta fascinante construcción de una atmósfera asfixiante encuentra su lastre en la resolución del misterio, un giro que se está utilizando bastante en el género y no es nada original; lo forzado de la revelación es que el guión es ya de por sí confuso llegado a este punto, los actores no ayudan apenas gesticulando y siendo difícil de entender lo que dicen, y por último está la expectativa del espectador, que a este punto generó desmasiadas esperanzas para verlas destruídas por este final ó por no entender qué es lo que está pasando en pantalla. Hay, claro, un epílogo luego de los créditos (y el mensaje típico de las películas cinema veritas para darle un poco de cierre a la historia) que ayuda a cerrar esta idea presentada en el giro final.

 Películas de tono similar como [REC] y Actividad Paranormal servían en su historia porque generaban miedo de diferentes maneras (una con sangre y la otra con el miedo a lo desconocido) e iban generando un crescendo hasta llegar al final, que en ambas propuestas no te dejaba respirar hasta que no terminaba. La Casa Muda tiene una construcción maravillosa que decepciona bastante llegado el final.

El elenco está bastante comedido, con dos interpretaciones masculinas bien sosegadas, mientras que la heroína de turno (que luce otra vez más según las reglas de las peliculas de horror una musculosa blanca) interpretada por Florencia Colucci apenas si se destaca y tiene la fuerza suficiente para llevar la película en sus hombros. Sí, tiene las decisiones más estúpidas, pero si no las hace, la película duraría 20 minutos. Hay algo que no cierra en su interpretación.

Mucho se dijo de si la película fue en realidad grabada en una sola toma como se promociona en todas partes, o que en realidad hay varios cortes escondidos hábilmente en diferentes momentos. En mi caso, y calculo que en el de muchos, si hay cortes no han de notarse a menos que uno sea un versado en la edición, o porque la adrenalina que genera la película impide ver ese detalle, pero de cualquier manera, la dirección de Gustavo Hernández es para felicitar.

La Casa Muda tiene sus momentos de gloria y horror, unos momentos que no le envidian ni al mejor ni peor cine norteamericano, pero es finalmente su insulso y convencional guión que debilita enormemente la fuerza creada por un potente arranque y segundo acto. ¡Aún así, bravo por nuestros compatriotas uruguayos por animarse a una película del género!


Calificación: C+

miércoles, 2 de febrero de 2011

Déjame Entrar (Let Me In)

Año: 2010.
Género: Horror/Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 116 minutos.
Dirección: Matt Reeves.
Intérpretes: Chloe Moretz, Kodi Smit-McPhee, Richard Jenkins, Elias Koteas.


"Abby una extraña joven de doce años se nueva al departamento de junto de Owen, un descastado social que es viciosamente atacado en la escuela por bravucones y, en su soledad, forma un profundo lazo con su nueva vecina. Sin embargo, Owen no puede evitar notar que Abby no es como nadie que haya conocido hasta ahora y cuando una ola de violentos asesinatos sacuda  a la ciudad, Owen deberá afrontar la realidad de que su aparentemente inocente amiga es en realidad una criatura violenta."

Me preguntaba si alguna vez habría una película que tomara una idea previamente concebida y, con los mismos conceptos, mejorara grandiosamente el conjunto final. Ahora puedo decir que existe, e increíblemente esta proeza proviene de tierras norteamericanas, ya que Déjame Entrar actualiza la historia de Let the Right One In, la hace más dinámica, rellena pequeños huecos, despeja dudas y hasta se da el lujo de ser más violenta y un poco melancólica.

Repito: todo lo que podría haber fallado en la original ha sido íntegramente corregido por el director y guionista/adaptador Matt Reeves, de cuyo último film se nota que con Cloverfield no fue la suerte que estuvo de su lado. Let the Right One In me gustó tanto que terminó primera en mi Top Ten del 2009, y eso fue a pesar de esas pequeñas cosas que me hacían fruncir el ceño, cosas que no encajaban del todo con la historia de los chicos protagonistas; por ejemplo, el grupo de adultos borrachos que tienen una subtrama aparte, o el custodio de Eli, que no estaba prudentemente delimitado.

 Ahora que pienso en frío luego de haber visto la película unos días atrás, me siguen cayendo las fichas sobre los pequeños cambios que le hizo Reeves a su cinta, cambios que al instante no parecen muy inspirados para diferenciar una película de la otra, pero que a medida que transcurre la película las piezas caen en donde corresponde y la suma de las partes es increíblemente provechosa y satisfactoria. Para dar un vistazo general, el grupo de amigos adultos ha desaparecido para ahora ser vecinos de Owen (el Oskar americano), vecinos que el chico espía con su telescopio; atrás ha quedado la horrible y lenta transformación de Virginia (y la nauseabunda escena de los gatos CGI) para dar paso a un par de escenas rotundas y mas bien simples que encajan perfecto con la trama. No sólo hay estos cambios casi radicales, sino que también hay cambios de enfoque, y así la fabulosa escena de la piscina que todos aclaman tiene otros puntos de vista que le juegan mano a mano a la original, hay un par de escenas nuevas que aclaran cosas que en la sueca apenas se decían. También la investigación policial (que tampoco estaba previamente) luce bien ajustada acá.

Que más queda entonces que decir que el elenco es soberbio por donde se lo mire: Chloe Moretz sigue en franco ascenso, ganando un papel magnífico tras otro (muchos ya la idolatran por su Hit Girl en Kick-Ass)y construyendo una Abby dulce, tierna e inocente, que tiene una faceta totalmente oscura y sangrienta, mucho más sangrienta y pavorosa que la original. Kodi Smit-McPhee me generó mucha más empatía que el sueco Oskar, pero mucha más: me daba cierta pena ver como evolucionaba su caracter solitario hasta que llega Abby. En el film original, pasaba de dar lástima a pensar uno que el chico tenía alguna clase de retraso, pero Smit-McPhee tiene ese algo en el rostro para expresar emociones que te da ternura y tristeza a la vez. El elenco secundario juvenil está muy acorde, en especial Dylan Minette (muchos lo recodarán - si vieron Lost - como le hijo del doctor Jack Shepard) como el bravucón de turno, una pequeña mierda de persona que obtiene lo que se merece.

Del cast adulto, Richard Jenkins desmuestra lo grande que es y qué bien le queda cualquier rol; en este caso, incursiona por primera vez en el género y El Padre, como se llama crípticamente su personaje, le queda pintado, ya que maneja diferentes matices que su predecesor no tuvo e incluso (gracias a Reeves nuevamente) le agrega pequeños diálogos y claves a su personaje que lo hacen más humano, y también deja pistas sobre el futuro de Owen (depende de como lo vea cada uno, promisorio o oscuro...) Elias Koteas, como buen secundario de por ida, encarna al detective de turno, y el papel le sale correcto sin más.

Déjame Entrar consiguió lo que nadie pensaba que conseguiría: es una excelente remake de la original sueca, es también una adaptación casi milimétrica que, cuando cambia de enfoque algunas escenas para no ser idéntica logra sobrepasar al film sueco, y también constituye una película de horror con vampiros hecha y derecha con grandes sustos, violencia y mucha sangre. De la forma en la que tiene que ser.


Calificación: A