No se porqué, pero siento que cada año que pasa se hace cada vez más difícil elegir diez películas que representen lo mejor del año. ¿Será que con, cada año que pasa, los directores pulen aún más sus artificios directoriales y entregan pequeñas obras maestras? Probablemente. ¿Será que mi ojo crítico se está acostumbrando mucho a ver cine del bueno? Más que seguro. Aunque el orden númerico sea más que caprichoso - tengo que admitirlo, si no hay orden, mi mente se sume en un caos - la verdad que las diez propuestas acá presentes engloban todo lo que quiero ver en una película para disfrutar una y otra vez, desde apuestas actorales arriesgadas hasta verdaderas obras de arte cinematográfico que quedarán para la posteridad.
Como siempre, muchas de las candidatas a las próximas galas de premios no llegaron a los cines locales, así que films con mucha anticipación como 12 Years a Slave, All is Lost, American Hustle, August: Osage County, Dallas Buyers Club, Her, Inside Llewyn Davis, La vie d'Adéle, Nebraska, Philomena, The Wolf of Wall Street y Saving Mr. Banks no estarán en este conteo.
¡Que comience la lista!
Número 10 - The Bling Ring: Se la ama o se la odia. No hay medias tintas. Sofia Coppola arremete con todo en esta radiografía hacia la vacuidad de las nuevas generaciones, y el consumo excesivo de todo lo que pueden ofrecer los deplorables ejemplos de estrellas del vacío mismo como Paris Hilton, Lindsay Lohan y demases. Sin juzgar y sin señalar, la banda de jóvenes obsesionados con la fama son el eje de esta superficial iteración de la joven autora, que a través de la banalidad supo armar un relato que pocos entendieron como tal, y pensaron que era una obra sin esfuerzo. Recién salida del gigante que significó la saga Harry Potter, Emma Watson descolla en su interpretación de Nicki, una chica que sólo quiere estar preciosa, robarle a Paris Hilton y, algún día, ser presidenta. Ninguna boluda ella.
Número 9 - The Conjuring: Saw no fue ningun golpe amateur, y película tras películas James Wan fue demostrando que tenía talento de sobra, y poco a poco fue escalando en las grandes ligas del horror. Luego de la sorpresa que generó Insidious, Wan ejecutó un golpe final dentro del género com este homenaje a las casas embrujadas que generó una oleada inmensa de boca a boca y se convirtió en el suceso de horror más grande del año. Un clima sofocante, sustos bien milimetrados y un elenco de primera hicieron de The Conjuring una experiencia inolvidable.
Número 8 - About Time: Ó de como descubrí el amor nuevamente, de la mano de Richard Curtis. Nunca había visto una película del director de Love Actually ó Nothing Hill, ni tampoco fui un romántico empedernido, pero esta pequeña gran película hizo que mi corazón pegue un salto de °180 en la dirección correcta. A momentos edulcorada a más no poder, durante otros demoledoramente realista, el giro de ciencia ficción le da otra tonalidad, una capa diferente que la separa de cualquier comedia del subgénero. Y claro, hablando de un maestro de los tejes y manejes del amor, Curtis no podía estar más lejos de crear una pequeña joyita romántica. Más allá de la parejita protagónica de Domhnall Gleeson y Rachel McAdams, el golpe de estado actoral lo genera Bill Nighy con la sincera caracterización del padre del protagonista. Simplemente véanla y déjense llevar por el romance, como yo.
Número 7 - Prisoners: En la reseña, la proclamé como "una de las cintas más estremecedoras de año, donde la reflexión recae sobre las miserias más profundas del ser humano gracias a una historia más cercana de lo que a uno le gustaría reconocer". Sigo manteniendo mis palabras para con este inmenso thriller del canadiense Dennis Villeneuve, que genera a partir de una situación tristemente realista una cascada de decisiones morales aún más realistas, todo bajo la influencia de sus pilares, dos grandes actores de la talla de Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, que lo dejan todo en la cancha con sus comprometidos personajes. Impactante desde el minuto uno, y un merecido lugar en este ranking.
Número 6 - Django Unchained: El nene caprichoso de Hollywood vuelve a lograrlo, y con Cjango Unchained vuelve a demostrar su pasión por el spaghetti western con más fuerza que nunca. Irreverente, brutal, sangrienta y rebosante en humor negro, Quentin Tarantino le imprime a su séptima película su sello inconfundible y nos entrega en bandeja de plata un festín de dos horas y media de puro tiroteo y gente muerta. Nunca se olviden, the D is silent.
Número 5 - Captain Phillips: Ver este peliculón de Paul Greengrass fue un curso acelerado a su filmografía, porque fue la primera vez que me senté a apreciar la calidad del relato del director, y me dejó todos los músculos entumecidos de la tensión. Tom Hanks demuestra, en una clase magistral de actuación, lo bien curtido que lo dejaron los años. Como el capitán de un navío secuestrado por piratas somalíes, Hanks nos permite ver una actuación humana y muy real, dentro del marco de una pesadilla que sucedió en la actualidad, nada más alejado de la ficción. Greengrass se marcó un punto bastante grande en mi libro de notas, y espero revisar sus películas pasadas - y esperar las futuras - con el mismo ahínco con el que salí de la sala al ver este descomunal drama.
Número 4 - Blue Jasmine: Pocos directores pueden sacar lo mejor de sus actrices, y quien mejor que Woody Allen para darle lo que posiblemente sea su llave para el Oscar a la demoledora Cate Blanchett, quien con su neurótica Jasmine en pantalla hilvana uno de los mejores personajes de la temporada, y quizás hasta de su carrera al completo. Cruda, incisiva, ligera y ágil, todas características presentes dentro de la filmografía del habilidoso autor, quien se anota nuevamente una victoria con esta recreación de la vida de una mujer que apuntó bien alto en la vida y cuya nueva realidad no es lo que mejor le sienta.
Número 3 - Silver Linings Playbook: Oh, David O. Russell, gracias por tanto. Esta dramedia romántica al principio parecía una más del montón, pero su delicada y frágil historia - enfermo mental conoce a enferma mental, generalizando - hizo que muchos cayeran a sus pies. Si sumamos unas perfectas interpretaciones de parte de Bradley Cooper y la flamante ganadora del Oscar Jennifer Lawrence - por este mismo papel, nada más y nada menos - el combo resultante es una película entrañable, emotiva y estruendosa a partes iguales.
Número 2 - Before Midnight: La historia de Jesse y Celine me llegó tarde, tan así que vi la trilogía en menos de 36 horas, pero las dos primeras partes no me prepararon para lo que vendría en la tercera entrega. Un viaje a las excitantes costas de Grecia sirven de trasfondo para la charla de pareja más aguda, desgarradora y extremadamente real del año. Quienes estén en pareja hace años y no sientan punzadas varias de sentimientos, tanto de amor y/ó odio para con los protagonistas, son de piedra. Nuevamente, Richard Linklater ha grabado en piedra un testimonio para la posteridad en materia de relaciones.
Número 1 - Gravity: Que una película que dure unos escasos 90 minutos te tenga atado a la pantalla, ya sea por el manejo de un suspenso que supera la calificación de tenso, o por su hermosa composición cinematográfica, es un mérito gigante que merece ser reconocido y recordado durante muchos años. El mexicano Alfonso Cuarón se supera a sí mismo con una historia espacial escalofriante - nunca más querrán ser astronautas como vocación futura - a la vez que teje un drama personal que redefine el viaje de superación en el personaje de una inmensa Sandra Bullock en el mejor papel de su carrera. Gravity es una experiencia única, para vivirla en una sala de cine, pero para recordarla una y otra vez. Perfecta por donde se la mire.
Otro año cinéfilo se nos va. Tenía hasta veinticinco opciones para este conteo anual, pero a fuerza de patadas tuve que ir pasando el tamiz hasta que quedasen tan sólo las diez con más potencia visual y emocional. No me olvidé de la tierna Enough Said, o de la genial The Heat. Tampoco del neón y el Alien de Spring Breakers, ó el Superman remixado de Man of Steel. Simplemente, llegaron muy lejos, pero varias compañeras las superaron en emociones.
Será hasta el año que viene, que se antoja tan promisorio como éste 2013 que ya nos abandona.
Otro año cinéfilo se nos va. Tenía hasta veinticinco opciones para este conteo anual, pero a fuerza de patadas tuve que ir pasando el tamiz hasta que quedasen tan sólo las diez con más potencia visual y emocional. No me olvidé de la tierna Enough Said, o de la genial The Heat. Tampoco del neón y el Alien de Spring Breakers, ó el Superman remixado de Man of Steel. Simplemente, llegaron muy lejos, pero varias compañeras las superaron en emociones.
Será hasta el año que viene, que se antoja tan promisorio como éste 2013 que ya nos abandona.