Año: 2003
Género: Horror.
País: estados Unidos - Canadá.
Duración: 90 minutos.
Dirección: David R. Ellis
Intérpretes: A.J. Cook, Ali Larter, Michael Landes, David Paecktau, Keegan Connor Tracy.
"Clear Rivers, la única sobreviviente del vuelo 180, vive encerrada en un hospital psiquiátrico por voluntad propia, con el miedo constante de que la Muerte está tras ella. Y aunque se la puede considerar loca, no está equivocada. La Muerte va camino hacia la ruta 23 dirigiéndose al Sur. Viajando en la ruta con sus amitos , Kimberly Corman ve descarrilarse un camión que pierde el control y desata una reacción en cadena que deja como resultado metal retorcido y cuerpos inertes- incluyendo el propio. Un momento más tarde descubre que sólo ha sido una visión, pero como el shock es tan grande, bloquea la ruta y los conductores comienzan a quejarse... hasta que su trágica premonición se convierte en realidad frente a sus ojos. Kimberly sabe que no terminó. La Muerte no será engañada tan fácilmente. Ahora, los extraños que en su visión deberían haber muerto, deben unirse a ella en una carrera desesperada contra el tiempo, y tendrán que hacer lo que sólo una persona logró en el accidente del vuelo 180: permanecer con vida."
Género: Horror.
País: estados Unidos - Canadá.
Duración: 90 minutos.
Dirección: David R. Ellis
Intérpretes: A.J. Cook, Ali Larter, Michael Landes, David Paecktau, Keegan Connor Tracy.
"Clear Rivers, la única sobreviviente del vuelo 180, vive encerrada en un hospital psiquiátrico por voluntad propia, con el miedo constante de que la Muerte está tras ella. Y aunque se la puede considerar loca, no está equivocada. La Muerte va camino hacia la ruta 23 dirigiéndose al Sur. Viajando en la ruta con sus amitos , Kimberly Corman ve descarrilarse un camión que pierde el control y desata una reacción en cadena que deja como resultado metal retorcido y cuerpos inertes- incluyendo el propio. Un momento más tarde descubre que sólo ha sido una visión, pero como el shock es tan grande, bloquea la ruta y los conductores comienzan a quejarse... hasta que su trágica premonición se convierte en realidad frente a sus ojos. Kimberly sabe que no terminó. La Muerte no será engañada tan fácilmente. Ahora, los extraños que en su visión deberían haber muerto, deben unirse a ella en una carrera desesperada contra el tiempo, y tendrán que hacer lo que sólo una persona logró en el accidente del vuelo 180: permanecer con vida."
Luego de la increíble primera parte, una película con un argumento totalmente innovador, inquietante y perverso, era obvio que la saga debía continuar y resultó extraño que, si bien todo el mundo pensaba que el Vidente de la primera, Alex Browning continuaría junto a Clear su vida salvando los embates de la Muerte, la saga sorprende dejando de lado a Alex (matándolo injustamente entre la acción de las dos películas, es decir, fuera de cámara) y dando paso a Kimberly, una joven que de paseo con sus amigos tiene una horrenda visión de un accidente.
Esta vez, el accidente es un tremebundo choque en cadena en una autopista, que está espectacularmente orquestado y es uno de los momentos brillantes de toda la película. Los cuerpos y el metal retorcido abundan, hasta que Kimberly salva el día con su aviso del peligro. A partir de aquí, se inicia el usual desenvolvimiento que le corresponde al film, con la investigación de los sucesos del Vuelo 180, la incredulidad al principio, el regreso de Clear Rivers a la acción, etc.
Tony Todd vuelve como el mortuario de la primera, enigmático como siempre, pero esta vez tiene una clave (un poco irrisoria) que fue descartada para el final de la original. Admito que es un buen giro, pero falla un poco con el correr del metraje.
Esta vez, el accidente es un tremebundo choque en cadena en una autopista, que está espectacularmente orquestado y es uno de los momentos brillantes de toda la película. Los cuerpos y el metal retorcido abundan, hasta que Kimberly salva el día con su aviso del peligro. A partir de aquí, se inicia el usual desenvolvimiento que le corresponde al film, con la investigación de los sucesos del Vuelo 180, la incredulidad al principio, el regreso de Clear Rivers a la acción, etc.
Tony Todd vuelve como el mortuario de la primera, enigmático como siempre, pero esta vez tiene una clave (un poco irrisoria) que fue descartada para el final de la original. Admito que es un buen giro, pero falla un poco con el correr del metraje.
Y, por supuesto, comienzan las muertes: una más sádica y perversa que la anterior, ensalsadas con mucha mala leche y toda la morbosidad posible; el detalle de los escritores al dotar de muchos chistes negros al film, y subir la cuota de edad a las Víctimas (recordemos que en la primera eran adolescentes, y en esta segunda entrega, es un grupo variado de personas de diferentes edades), además de darle a la visionaria Kimberly visiones aleatorias que ayudan o no a la trama. A partir de este film, la serie comenzó a rebuscar aún más las muertes de los personajes, hasta tal punto que el espectador sufre cada vez que un objeto potencialmente mortal es introducido a escena: ¿Será eso lo que lo/la mate?, lo cual es un excelente eje de tensión.
Un punto demasiado rebuscado que le encuentro al film es cómo estos personajes tienen un nexo en común con los protagonistas de la primera, una solución a tanto embuste de la Muerte que es demasiado tomado por los pelos y menos aún creíble.
El grupo mixto de sobrevivientes no tiene mucha credibilidad y no se nota tan sólido como los jóvenes de la primera incursión, aunque vale destacar a la pareja protagonista y el regreso, claro está, de Clear Rivers al Plan de la Muerte; casi todos los secundarios zafan, pero puede llegar a ser algo molesto que cada uno tenga un one-liner que tirar de vez en cuando, bastante seguido, sea oportuno o no. Puede llegar a molestar este detalle.
La dirección a cargo de David R. Ellis es estupenda, llena de tomar increíbles, buenos detalles, impecables efectos CGI, demostrando ser un Rey a la hora de crear tensión. El hecho de ver como se desenvuelve una muerte a partir de muchos elementos combinados puede sonar ridículo, pero el director se las ingenia para hacer tensionar al espectador, junto a la brillante y resonante composición de la finada compositora Shirley Walker.
Un punto demasiado rebuscado que le encuentro al film es cómo estos personajes tienen un nexo en común con los protagonistas de la primera, una solución a tanto embuste de la Muerte que es demasiado tomado por los pelos y menos aún creíble.
El grupo mixto de sobrevivientes no tiene mucha credibilidad y no se nota tan sólido como los jóvenes de la primera incursión, aunque vale destacar a la pareja protagonista y el regreso, claro está, de Clear Rivers al Plan de la Muerte; casi todos los secundarios zafan, pero puede llegar a ser algo molesto que cada uno tenga un one-liner que tirar de vez en cuando, bastante seguido, sea oportuno o no. Puede llegar a molestar este detalle.
La dirección a cargo de David R. Ellis es estupenda, llena de tomar increíbles, buenos detalles, impecables efectos CGI, demostrando ser un Rey a la hora de crear tensión. El hecho de ver como se desenvuelve una muerte a partir de muchos elementos combinados puede sonar ridículo, pero el director se las ingenia para hacer tensionar al espectador, junto a la brillante y resonante composición de la finada compositora Shirley Walker.