viernes, 13 de abril de 2012

God Bless America


Año: 2011.
Género: Comedia.
País: Estado Unidos.
Duración: 104 minutos.
Dirección: Bobcat Goldthwait.
Intérpretes: Joel Murray, Tara Lynn Barr, Melinda Page Hamilton, Mackenzie Brooke Smith, Rich McDonald, Maddie Hasson, Travis Wester, Aris Alvarado, Sandra Vergara, Jamie Harris.

"Frank ha tenido suficiente con la espiral descendente de la cultura americana. divorciado, recientemente despedido y enfermo terminal, Frank realmente no tiene nada por lo que vivir. Pero en vez de quitarse la vida, decide agarrar su arma y descargar su frustración en las personas más crueles, estupidas e intolerantes que se pueda imaginar, comenzando con unas estrellas de realities particularmente odiosas.
 En su camino, Frank se cruza con la estudiante de secundaria Roxy, quien comparte el mismo sentimiento de ira y desapego. Juntos se embarcan en un ataque nacioanl contra las celebridades más irritantes del país..."


 ¿Por qué tener una civilización si ya no estamos interesados en ser civilizados?

¿Quién alguna vez no se planteó agarrar una pistola y salir en una odisea para eliminar a todas aquellas personas mezquinas, malas y molestas en la vida? ¿Y de poner una bomba en los estudios de algún reality show? El director Bobcat Goldthwait parece que es una de esas personas (como yo, como ustedes, quiero creer) que el anterior plan suena como una buena idea, y embarca a los personajes de God Bless America en una aventura disparatada, que cumple su objetivo de enardecer el odio hacia dichos programas de televisión y la gente detrás de ellos, pero sin dejar una huella profunda como sátira, sino ser un entretenimiento pasatista que convence lo justo y necesario.

 Ni bien comenzada la película, vemos un vistazo a la triste vida de Frank, nuestro protagonista entrado en años: tiene un departamento magro, un trabajo de oficina triste, su familia lo ha dejado, y tiene una pareja de vecinos jóvenes (crío incluído) que son de terror. Por si fuera poco, tiene migrañas que lo afectan severamente, y su combustible es ver como la sociedad se derrumba con cada cambio de canal que hace en su tele; Tuff Girlz, Dumb Nutz y American Superstarz son algunos de los programas que mira tristemente sentado en su sofá, programas en clara referencia a los gemelos vacuos que tenemos en la televisión en la vida real. Si a todo esto le sumamos que padece de un cáncer inoperable en la cabeza y sus días están contados, el detonante para Frank está más cerca de lo que se imagina.
 Y ese detonante es Chloe, una chica imbécil de dieciséis años que está por cumplir años y los padres le festejan cada berrinche que hace. Ha nacido en Frank un asesino.

 La trama de God Bless America no pierde tiempo en presentar esta situación, y lo hace con gracia y soltura, aunque de a ratos se nota que la mano del director/guionista está forzando un poco la historia (en particular con cierto monólogo por parte de Frank en su trabajo) para que nos guste el personaje principal de Frank, pero lo cierto es que nos cae mejor más por sus acciones que por sus actitudes, que no están muy erradas. El camino de Frank no hace más que empezar cuando conoce a la joven Roxy, una chica bastante común por fuera pero que por dentro es una máquina de matar nutrida por el odio que tiene hacia la sociedad; juntos hacen una dupla dispareja, una versión remixada de Bonnie & Clyde con un destino que se irá forjando a medida que avancen en su camino.

 Tranquilamente la película podría haber fracasado de no contar con un dúo peculiar como protagonistas, y por suerte, no es el caso, ya que Joel Murray juega el rol de un Frank cansado y hastiado de todos los que lo rodeancon soltura y una firmeza algo ingenua, mientras que el contrapeso recae en una Roxy malhablada, cínica e hiperactiva, interpretada por la joven promesa Tara Lynn Barr, uno de los puntos altos del film. Ellos dos se detacan por sobre un elenco secundario que cumple su papel, pero su relación cambiante de cómplices a padre e hija va evolucionando extrañamente, sin que falte el ocasional flirteo amoroso que (agradezco) no se corporiza.

 Como mencionaba antes, el foco de Goldthwait no busca profundizar en una crítica sustancial hacia el sistema cultural americano, sino que opta por presentar a (casi) todos los personajes a excepción del dúo protagónico como idiotas egoístas para que la carnicería esté servida sin ningún remordimiento alguno, pero hay ciertos momentos en los que los mismos personajes principales se ponen al mismo nivel odioso de sus víctimas y el asunto queda un poco turbio. Tampoco es que God Bless America sea una proeza fílmica, ya que pasados los días se olvida fácilmente, pero disfrutarla en el momento y fantasear un poco no viene nada mal, y ése es el objetivo principal del proyecto: disfrutarla, imaginarse situaciones y dejarse llevar.

 God Bless America puede que no sea una profunda crítica sobre todo lo malo en la cultura de hoy en día, y no pretende serlo tampoco, sino que es una cargada llena de irreverencias y humor negro a todo aquello que le puede llegar a molestar a uno de la sociedad que tenemos que padecer.


 Calificación: B-

1 comentario:

Sir Laguna dijo...

Pues yo sie staba esperando un nivel alto de sátira sobre los niveles de estupidez cultural que ha alcanzado la sociedad gringa. De todas maneras tengo muchisimas ganas de verla.