Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 88 minutos.
Dirección: Alexandre Aja.
Intérpretes: Elizabeth Shue, Adam Scott, Ving Rhames, Jerry O'Connell, Jessica Szohr, Steve R. McQueen, Christopher Lloyd, Richard Dreyfuss, Dina Meyer, Eli Roth, Kelly Brook, Riley Steele.
"Luego de que varios terremotos subacuáticos liberan montones de prehistóricos peces devora hombres, un inesperado grupo de personas deberá trabajar en conjunto para no convertirse en comida de los nuevos residentes del lago. Pero la Sheriff Julie Forrester se encuentra seriamente sobrepasada en número, y con sólo una oportunidad de salvar el lago y a su familia de ser devorados, arriesgará todo para destruir a las criaturas carnívoras."
Luego de dar el salto a tierras americanas con el remake de The Hills Have Eyes (tras sorprender previamente con su Haute Tension) Alex Aja no se aleja del género y tampoco de lo ya visto, con esta nueva reimaginación de un clásico de los '70, Piraña. Subiendo las apuestas en los tiempos que corren, y fiel a su estilo desacatado, Aja creó una nueva visión de estos viciosos pececillos que mezcla el horror y la comedia (negra, por supuesto) con las escenas más sangrientas vistas en el cine en los últimos tiempos, creando un combo excelente de sangre, vísceras y humor.
Todo aquel fanático de la sangre que se precie sabrá ni bien vio el trailer de Piraña que tipo de película era, así que no habrá sorpresas para ellos, ya que el film de Aja promete y cumple con el festín rojo al que nos tiene acostumbrados. ¿Y que mejor lugar para lograrlo que en una explosiva fiesta en el Lago Victoria, en medio de las celebraciones anuales del spring break americano? El calor se siente en el aire, y también las hormonas, ya que cientos de jóvenes se han aproximado a esta ciudad oasis para calmar todas sus ansias. Pero algo oculto durante años en las profundidades del lago está por salir a la luz, y también quiere calmar sus ansias... ansias de carne fresca, joven y jugosa.
Quizás el guión del dúo Pete Goldfinger & Josh Stolberg (juntos escribieron el remake Sorority Row) esté bastante tirado de los pelos en función de cómo hacen aparecer a estas criaturitas en un lago en el medio de la nada, pero entrando un poco en su juego, no es tan importante después de todo, si la excusa es ver gente morir. Y hablando de muerte, otro tema que podría complicar es cómo, una vez que el cardumen de pirañas empezase su voraz ataque, es que los autores lograrían mantener a los personajes al borde de un ataque constante y cerca del agua, otro problema solucionado con estilo por la dupla.
Quizás el guión del dúo Pete Goldfinger & Josh Stolberg (juntos escribieron el remake Sorority Row) esté bastante tirado de los pelos en función de cómo hacen aparecer a estas criaturitas en un lago en el medio de la nada, pero entrando un poco en su juego, no es tan importante después de todo, si la excusa es ver gente morir. Y hablando de muerte, otro tema que podría complicar es cómo, una vez que el cardumen de pirañas empezase su voraz ataque, es que los autores lograrían mantener a los personajes al borde de un ataque constante y cerca del agua, otro problema solucionado con estilo por la dupla.
Llegado a este punto, uno no exige grandes personajes multidimensionales, sino los típicos estereotipos de relleno que serán (o no) carne de cañón: el chico bueno, su enamorada, los idiotas de turno (adolescentes y no tanto), la heroína, el científico/doctor/biólogo que viene a advertir del próximo caos, etc. Lo que no se esperaba en absoluto es que grandes nombres se hayan conseguido atraer hacia el proyecto, como los fenomenales cameos de Richard Dreyfuss y el desopilante Christopher Lloyd, quienes claramente dosifican a sus papels con ciertos personajes icónicos que protagonizaron en el pasado. Otra de las grandes sorpresas fue ver a Elizabeth Shue completamente entregada como la conocida Sheriff del lugar Julie Forrester, quien no se detendrá ante nada para poner a salvo a los ciudadanos y, más importante, a su familia; entre ellos, Jessica Szohr, una inesperada scream queen y Steven R. McQueen, el héroe adolescente de turno que no está al nivel del resto del elenco pero queda aprobado, así como tambien el investigador de Adam Scott, que gira completamente los papeles al pasar de ser un personaje algo ñoño a, escopeta en mano, salvar el día.
A medida que transcurre el metraje, Alex Aja va sembrando poco a poco semillas de lo que será una gran masacre a gran escala en las cálidas aguas del lago; el momento tarda en llegar, pero cuando lo hace, el festín de sangre resultante es una de las escenas más inolvidables en años. No sólo el ataque de las pirañas resulta vicioso y brutal, sino que también la mano humana tiene que ver en ciertas muertes desagradables y muy impresionantes. Un momento único que paga con creces la película al completo, ya que los efectos técnicos con las pirañas hacen que luzcan increíblemente atemorizantes, y los efectos prácticos, con todas las heridas y carne en trozos, logran un efecto demasiado real. y casi palpable.
Lo mejor de todo es la sensación de que Aja sabe que es una película de claros tintes clase B, y aún así él y todo el elenco llevan la película con gracia, simpatía y desfachatez, creando un producto consciente de lo que es y sin extralimitarse o autoparodiarse.
Lo mejor de todo es la sensación de que Aja sabe que es una película de claros tintes clase B, y aún así él y todo el elenco llevan la película con gracia, simpatía y desfachatez, creando un producto consciente de lo que es y sin extralimitarse o autoparodiarse.
Calificación: B+
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