Año: 2010.
Género: Drama/ Documental.
País: Estados Unidos.
Duración: 87 minutos.
Dirección: Ariel Schulman y Henry Joost.
Intérpretes: Yaniv Schulman, Ariel Schulman, Henry Joost, Angela Wesselman.
Género: Drama/ Documental.
País: Estados Unidos.
Duración: 87 minutos.
Dirección: Ariel Schulman y Henry Joost.
Intérpretes: Yaniv Schulman, Ariel Schulman, Henry Joost, Angela Wesselman.
"Nev, un fotógrafo de 24 años que reside en Nueva York, es contactado un día por Abby, una niña de 8 años que vive en el Michigan rural, que le pide permiso, a traves de MySpace, para pintar una de sus fotografías. Cuando Nev recibe el cuadro de la niña, que resulta ser fantástico, éste empieza una amistad con la familia de Abby. Con el tiempo, esta amistad se convierte en algo más cuando Nev desarrolla un romance con Megan, la hermana mayor de la niña. Impulsado por algunas revelaciones sorprendentes acerca de Megan, Nev y sus amigos se embarcan en un viaje por carretera en busca de la verdad."
Ahora podemos ver la otra cara del fenómeno de la redes sociales. Si con la excelente The Social Network podíamos ver todo el drama tras la creación del Facebook, en Catfish se aborda la relación virtual intríseca de dos personas que nunca se han visto, y todo el misterio y posterior problema que trae aparejado relacionarse sentimentalmente con una persona de esta manera. Sin ser tan asomborsamente perversa e intromisiva como Hard Candy, Catfish demuestra el peligro al que estamos expuestos al conocer a una persona vía Internet.
Prepárense porque van a ver un documental cámara en mano distinto a lo que hemos visto en el género (léase Cloverfield ó [REC]) - éste más bien relata la historia de tres jóvenes neoyorkinos, dos de ellos hermanos, que comienzan a filmar la inexplicable pero tierna conexión entre Nev, el fotógrafo del grupo, y Abby, una nena que le envía cuadros que ha pintado a partir de fotos de su autoría. Poco a poco esta relación crece y Nev no se limita a contactarse con Abby sino que agrega al Facebook a toda la familia, que a simple vista parece ser una familia extremadamente copada, bien parecida y bastante agradable. Fotos van, comentarios y SMS vienen, Nev comienza una relación virtual con Megan, la ardiente hermana mayor de Abby, y el flechazo (virtual) es instantáneo: ambos viven mensajeándose, dejándose comentarios por Facebook y cosas por el estilo. Toda esta primera parte es muy dinámica y hasta bastante romántica ya que los 'enamorados' están muy pendientes uno del otro, hablan por teléfono, todo esto documentado por el hermano de Nev y su amigo, quienes no hacen otra cosa que acotar comentarios y bromear todo el tiempo.
Las cosas cambian cuando Megan comienza a enviarle canciones a Nev, y por casualidad descubren que estas canciones no le pertenecen a Megan. Intrigados, los chicos harán un largo viaje para descubrir la verdad, cosa que no tardan en hacer. Y entonces, lo que parecía ser una comedia romántica diferente se torna a la mitad en una historia de misterio demasiado interesante como para sacarle los ojos de encima; uno quiere averiguar la verdad, pero no sabe (lo mismo que los protagonistas) con qué se van a encontrar. A mi gusto, la parte de la mitad es la más interesante de la película.
Luego está el golpe de timón final en la trama.
Fácil, la última media hora de la película es una revelación gigante que sólo con el comentario final cobra un sentido redondo; lo que venía siendo un romance muta en un misterio que, en su resolución, es un drama tal vez muy real para ser cierto. De cierto modo angustiante y desesperanzador, la realidad con la que se encuentran los jóvenes es tan inesperada que durante un tiempo no logran despegarse de la incredulidad del asunto. Contar más sería absurdo.
De ser 100% verídico como aducen los creadores de Catfish, la situación es tan ridículamente creíble que impresiona, así como también las reacciones que tienen todos, en especial Yaniv Schulman, Nev para los amigos, artífice y principal damnificado en toda la situación. Nev para mí salvó a todo este último tramo; no sé si estaba actuando o no, pero el peso de la situación se le notaba en la cara y con una sola imagen me compró.
Catfish puede haber pecado de una publicidad por demás engañosa que no cumple con esas expectativas que uno se había armado de un thriller perfecto, pero el drama que decanta durante el tramo final bien vale la pena identificarlo y desmenuzarlo correctamente en una interesante charla post-visionado.
Calificación: B
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