Primero lo primero: de ninguna forma soy un fundamentalista de Orgullo y Prejuicio. Lo leí unas semanas antes de esta solfa, y si bien rescato gran parte de la construcción de los personajes (me encariñe con un par y odié a otros de tan bien escritos que están), admito que el planteo sigue siendo el mismo que en la anterior novela de Austen, Sentido y sensibilidad: el de una sociedad que no tiene nada mejor que hacer que ir a fiestas y ágapes, y encontrarles candidatos adinerados a sus hijas. Y por supuesto, chusmear.
Grandes expectativas tenía en esta sátira a ese mundo victoriano, y una gran decepción me he llevado, ya que esperaba una reestructuración de la historia a gran escala, y resulta que el 85% de la novela sigue intacta, mientras que Grahame-Smith aporta un 15% de acotaciones que, una vez terminado el libro, no vienen al caso. Pensé que iba a ser más dinámica la mezcla, pero el resultado es más relleno que otra cosa; por ejemplo, en los viajes de mediana distancia de las hermanas Bennet, cosa que apenas se profundizaba en la prosa de Austen, ahí el nuevo autor mete un par de ataques de zombies para sazonar un poco el asunto.
No niego que el empleo de los zombies más un toque oriental de ninjas en la época victoriana suena maravilloso, pero de haber utilizado una historia original y no arrasar con la clásica historia de Jane Austen no hubiera resultado tan irregular como me pareció a mí. El destino de ciertos personajes se amoldan a esta nueva realidad - en especial uno femenino, que me pareció francamente una buena elección - y en ciertos pasajes la epidemia zombie resulta entretenida, pero vuelvo al mismo punto: el que ya haya leído el original y acepte las nuevas reglas del juego no van a encontrar nada radicalmente fascinante.
Una lástima; espero que la precuela Dawn of the Dreadfuls, al ser original, sea al menos pasable, no pido una obra de arte.
Calificación: Regular
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